¿Como te ven te tratan?

¿Como te ven te tratan?

¿Como te ven te tratan? Es una pregunta que lleva por dentro una frase coloquial a veces es dada como consejo y con la que no deberíamos estar tan de acuerdo, ni dejar que modifique lo que somos. Una situación a la que se enfrentan muchos emprendedores, sobre todo en la actividad de ventas o al presentar sus negocios.

Y es que llegar a angustiarse por brindar esa “imagen” que te piden, si por dentro no llevan ojos para verte y apreciarte tal como eres, puede llegar a enfermarte.

En el “como te ven te tratan” solo hay puro ego. No necesitas lujos ni posturas que no son tuyas, para ser tú tal cual eres, y jugar a “practicar ser un mejor ser humano” en la mente y satisfacción de los demás.



“Como te ven te tratan” una costumbre que es necesario reflexionar

Si tu obsesión es verte bien sólo por los demás, tarde o temprano probarás un trago amargo en esa “lógica” que no dura “perfecta” por mucho tiempo.

Del dicho al hecho…

“Como te ven te tratan” decía mi abuela, y me costó años entender porqué vale la pena oponerse. Es un dicho popular que expresa la idea de que la forma en que las personas se presentan a sí mismas influye en la forma en que los demás las tratan, sin embargo, lo real es que nos hace tomar acción respecto de algo puntual: desarrollar la imagen que los demás quieres que tengas.

¡Y claro que puedes tener la imagen que desees o la cumplir con la necesidad de encajar en las reglas de etiqueta acordes con el evento, situación o momento en el que estás presente!

Sin embargo, esta afirmación no es completamente cierta y puede ser perjudicial en algunas situaciones y por ello, resulta importante distinguir cuando nos guiamos por las apariencias, nos autoengañamos, no lo necesitamos hacer y dejamos de reflejar nuestra verdadera personalidad por valorar que mostrar a los demás, en lugar de valorar nuestra forma de ser y actuar.



El trato que damos y recibimos versus el contexto

“Como te ven te tratan”  nos lleva a otro aspecto importante: la forma en que una persona es tratada a menudo está determinada por el contexto en el que se encuentra.

Por ejemplo, una persona puede ser tratada de manera diferente en el trabajo que en casa o en un ambiente social. Por lo tanto, es importante no juzgar a alguien solo por cómo es tratado en un determinado contexto.

Además, no siempre es justo juzgar a alguien por cómo se ve o se presenta a sí mismo. Algunas personas pueden tener limitaciones físicas o discapacidades que afectan su apariencia, pero esto no debería influir en cómo son tratados. También hay que tener en cuenta que algunas personas pueden tener dificultades para presentarse bien debido a su nivel socioeconómico o por factores culturales.

Es importante recordar que cada persona es única y debe ser valorada por sus acciones y su carácter, no solo por su apariencia. Debemos tratar a los demás con respeto y empatía, y no permitir que las apariencias nos impidan ver la verdadera esencia de cada persona.

Lo anterior también significa que debemos como integrantes de una sociedad, respetar los acuerdos de imagen que ciertos entornos exigen, y eso incluye al vestido, postura y limpieza para integrarnos de la mejor forma, sin tener que vernos obligados a perder las bases de nuestra personalidad o tener que ocultarnos de nosotros mismos. En esos niveles de distanciamiento, no suele ser bueno participar.

Razones para no guiarnos del todo por la frase "como te ven te tratan"
Razones para no guiarnos del todo por la frase “como te ven te tratan”

Razones para no guiarnos del todo por la frase “como te ven te tratan”:

  1. La apariencia no siempre refleja la personalidad: Como mencioné anteriormente, la forma en que una persona se ve no siempre refleja quién es en realidad. La apariencia puede ser engañosa y no debería ser el único criterio para juzgar a alguien.
  2. Las personas pueden tener limitaciones físicas o discapacidades: Muchas veces, las personas son juzgadas por su apariencia sin tener en cuenta que pueden tener limitaciones físicas o discapacidades que afectan su aspecto. Es importante no juzgar a alguien por algo que no pueden controlar.
  3. Las personas pueden tener diferentes contextos y situaciones: La forma en que las personas son tratadas puede variar según el contexto y la situación. No es justo juzgar a alguien por cómo es tratado en un determinado contexto, ya que esto no refleja necesariamente quiénes son en realidad.
  4. La verdadera personalidad se muestra a través de las acciones: La verdadera personalidad de una persona se muestra a través de sus acciones y comportamientos, no solo por su apariencia. Es importante valorar a las personas por cómo se comportan y tratan a los demás.
  5. Las diferencias culturales y socioeconómicas: Las diferencias culturales y socioeconómicas pueden influir en la forma en que las personas se presentan a sí mismas. Es importante no juzgar a alguien por su apariencia o forma de hablar sin tener en cuenta estas diferencias culturales y socioeconómicas.
  6. La superficialidad no debería ser valorada: Si nos guiamos solo por la apariencia, estamos valorando la superficialidad por encima de otros aspectos importantes como la inteligencia, la honestidad, la empatía, entre otros.
  7. Cada persona tiene su propia historia de vida: Cada persona tiene su propia historia de vida que puede influir en cómo se presentan ante los demás. No deberíamos juzgar a alguien solo por cómo se presenta sin conocer su historia de vida.
  8. Las etiquetas y estereotipos son perjudiciales: Juzgar a alguien por su apariencia puede llevar a etiquetar y estereotipar a las personas, lo cual puede ser perjudicial y discriminatorio.
  9. La apariencia puede ser cambiante: La apariencia de una persona puede cambiar con el tiempo debido a diferentes factores como la edad, la enfermedad, entre otros. No deberíamos juzgar a alguien por algo que puede ser temporal o cambiar en cualquier momento.
  10. El respeto es fundamental: En última instancia, todas las personas merecen respeto y consideración, independientemente de su apariencia. Debemos tratar a los demás con respeto y empatía, y no permitir que las apariencias nos impidan ver la verdadera esencia de cada persona.



Conclusiones importantes

Todos podemos mejorar nuestra imagen partiendo y respetando nuestra personalidad, historia, decisión de vida y no deberíamos “encajar” para ser valorados. Sin embargo, también debemos respetar los acuerdos básicos de imagen porque también implican formas de respeto y si queremos que nos respeten, debemos respetar.

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