Si hablamos de la alucinante historia de la IA, nos encontramos con una pregunta muy interesante: ¿Qué hubo antes de la inteligencia artificial? Y si bien la hemos respondido en comentarios en redes o en nuestras asesorías, hoy incorporamos en nuestro sitio web los principales hitos que la narran.
Y es que la inteligencia artificial (IA) no surgió de la nada ni es exclusiva de los grandes magnates tecnológicos. Es el resultado de años de avances y conocimientos humanos que han transformado nuestra relación con la tecnología.
Entender su evolución es clave para que los emprendedores puedan aprovechar al máximo estas poderosas herramientas hoy en día. La IA es el reflejo de un progreso constante, y el futuro está lleno de oportunidades para quienes decidan explorar su potencial.
Historia de la IA: hablemos de la evolución de la tecnología en el tiempo
Mucho antes de hablar de inteligencia artificial, la humanidad desarrolló herramientas para procesar información y automatizar cálculos que forman parte de la historia de la IA.
A continuación, se destacan algunos hitos:
1. Las raíces conceptuales y mecánicas (siglo XVII – siglo XIX) que iniciaron la historia de la IA
– Surgen las máquinas mecánicas y el cálculo automatizado
Blaise Pascal inventó la Pascalina en 1642, también conocida como máquina aritmética de Pascal. Era una calculadora mecánica diseñada para realizar operaciones de suma y resta. La Pascalina consistía en una serie de ruedas dentadas que representaban los números, y mediante un sistema de engranajes, se podían efectuar sumas y restas con una precisión notable para la época. Es considerada una de las primeras calculadoras mecánicas.
Notemos que lo mecánico dependía del uso del hombre, un principio que hasta hoy encontramos en la IA de la actualidad: alimentada por el hombre y solicitada (en quehaceres diversos) por el hombre. Lo genial de este y los siguientes inventos es cómo la ingeniería toma posesión del desarrollo tecnológico.
Por su parte, Gottfried Wilhelm Leibniz desarrolló en 1673 una máquina conocida como la máquina calculadora de Leibniz, también llamada calculadora de Leibniz o máquina de Leibniz. A diferencia de la Pascalina, la máquina de Leibniz estaba diseñada para realizar no solo sumas y restas, sino también multiplicaciones y divisiones. Utilizaba un sistema de ruedas dentadas similares, pero con una mecánica más avanzada, lo que permitió realizar una gama más amplia de cálculos.
Es genial ver en esta foto la manecilla o manija donde la importancia del uso manual es casi romántica. Desde nuestro punto de vista la historia de las máquinas que creó el hombre siempre retó el pensamiento humano. Y eso también se instala desde los primeros tiempos en la historia de la IA.
Ambos inventos fueron hitos importantes en la historia de la computación y prepararon el camino para futuras invenciones tecnológicas.
Evolución: UNIMATE, el primer robot industrial, introducido en 1961 es relevante en el contexto de la evolución de la tecnología y la automatización, porque representa un salto significativo en la aplicación práctica de máquinas y sistemas automáticos en el ámbito industrial. Los avances como la Pascalina y la calculadora de Leibniz sentaron las bases para el desarrollo de dispositivos mecánicos y computacionales que más tarde serían utilizados en la automatización.
Puedes leer más sobre los robots en las industrias aquí: Robots con IA en las fábricas: 10 aspectos clave.
– Sentando las bases de la programación de tareas en las máquinas analíticas del siglo XIX
La historia de la IA parte desde la programación de las máquinas que comienza con Charles Babbage, quien en el siglo XIX diseñó la máquina analítica, un precursor de las computadoras modernas.
Esta máquina era una calculadora programable que utilizaba partes clave como la “almacén” (memoria), el “molinillo” (procesador) y el “lector de tarjetas perforadas” (entrada de datos). Aunque nunca se construyó completamente, el diseño de Babbage sentó las bases de las computadoras actuales.
Ada Lovelace, en colaboración con Babbage, escribió el primer algoritmo destinado a ser ejecutado por una máquina, lo que marcó el inicio de la programación. Lovelace también comprendió que las máquinas podían realizar más que cálculos matemáticos, lo que llevó a la idea de la computación general, capaz de manejar cualquier tipo de información.
Por otro lado, Joseph Marie Jacquard, inventor de la máquina de tejer Jacquard, utilizó tarjetas perforadas para automatizar patrones en tela.
Este sistema de tarjetas perforadas fue adoptado por Babbage y más tarde por Herman Hollerith, quien las utilizó en el censo de 1890. La influencia de Jacquard en la computación fue fundamental, ya que las tarjetas perforadas se convirtieron en un método clave para programar y automatizar procesos en las primeras computadoras.
Estos desarrollos iniciales, aunque distantes en su contexto, contribuyeron al avance de la computación moderna, en particular al concepto de programar máquinas para realizar tareas específicas. Un ejemplo muy cercano de la evolución de estas ideas, fueron las tarjetas perforadas de IBM utilizadas en las primeras computadoras.
Si bien hoy los vemos como parte de la historia de la IA, lo cierto es que la IA como tal, surgió después pero emocionantemente inspirada en lo que el ser humano acumulaba como logros computacionales.
Nota: El desarrollo del Bot ELIZA en 1964, un programa que simulaba conversaciones humanas, fue un ejemplo temprano de cómo los algoritmos podían aplicarse en interacciones con humanos.
2. La era de las bases teóricas (1930 – 1950)
En 1936, Alan Turing presentó la máquina de Turing, un concepto que cambió nuestra comprensión de la computación. Turing demostró que cualquier operación computable podía dividirse en pasos simples ejecutables por una máquina. Este avance no solo transformó las matemáticas, sino que también sirvió como base para el desarrollo de las tecnologías modernas, al demostrar que cualquier proceso computacional podía ser automatizado mediante reglas claras.
Este concepto de Turing influyó también en la inteligencia artificial. En 1950, Turing propuso el Test de Turing, diseñado para evaluar si una máquina podía simular la inteligencia humana de manera que fuera indistinguible de un ser humano. Este test sigue siendo fundamental en el estudio de la IA.
En la década de 1940, Norbert Wiener desarrolló la cibernética, que estudia cómo los sistemas pueden autorregularse mediante retroalimentación. Esta idea fue clave para el desarrollo de redes neuronales artificiales y la inteligencia artificial. Los sistemas cibernéticos, al igual que las redes neuronales modernas, funcionan basándose en la retroalimentación para mejorar su desempeño.
En 1966, estos principios se reflejaron en el diseño del robot móvil Shakey. Este robot utilizaba sensores y lógica para tomar decisiones, marcando un hito en la evolución de la robótica y la inteligencia artificial. Shakey fue uno de los primeros robots autónomos que podía procesar información del entorno y tomar decisiones en tiempo real, lo que lo convierte en un precursor de las tecnologías actuales en IA y robótica.
3. Los primeros intentos de inteligencia artificial (1950 – 1970)
En 1956, durante la Conferencia de Dartmouth, John McCarthy y Marvin Minsky acuñaron el término “inteligencia artificial”, formalizando el campo como una disciplina científica. En paralelo, el desarrollo de lenguajes de programación como Lisp permitió crear algoritmos específicos para resolver problemas complejos, lo que facilitó avances en IA al proporcionar herramientas más poderosas para el desarrollo de programas inteligentes.
Un ejemplo temprano de la aplicación de estas ideas fue el programa Logic Theorist, creado por Allen Newell, Herbert A. Simon y Cliff Shaw que en 1966 utilizó técnicas de inteligencia artificial para demostrar teoremas matemáticos. Este logro representó uno de los primeros éxitos tangibles de la IA, mostrando que las máquinas podían realizar tareas complejas que previamente solo se atribuían a la mente humana.
A pesar de estos avances, las limitaciones del hardware de la época fueron un obstáculo importante para el progreso de la inteligencia artificial. La falta de recursos y la complejidad de los problemas a resolver llevaron al primer “invierno de la IA” en los años 70, una época en la que el entusiasmo por la tecnología disminuyó considerablemente debido a las expectativas no cumplidas.
Sin embargo, algunos logros, como el desarrollo del robot Shakey, demostraron el verdadero potencial de los sistemas autónomos. Shakey fue capaz de resolver problemas en entornos reales utilizando sensores y lógica, lo que representó un paso significativo en el avance de los sistemas autónomos. Estos hitos, aunque limitados por la tecnología de la época, sentaron las bases para futuras innovaciones en la inteligencia artificial.
4. Avances técnicos y aplicaciones específicas (1980 – 1990)
5. La revolución del siglo XXI (2000 en adelante)
El acceso masivo a datos y los avances en hardware que se empezaron a manifestar mucho más rápido jugaron un papel crucial en el renacimiento de la inteligencia artificial.
A medida que se acumulaba una gran cantidad de información, los sistemas modernos lograron superar las limitaciones anteriores, lo que permitió un avance significativo en el entrenamiento de modelos de IA.
Este auge de la big data facilitó la mejora del aprendizaje profundo, una tecnología que se benefició enormemente de la mayor capacidad de procesamiento de datos. Un ejemplo emblemático de esta nueva era fue el triunfo de Watson de IBM en el programa de televisión Jeopardy! el 13 de enero de 2011, donde la máquina demostró su habilidad para procesar y comprender el lenguaje natural de manera eficiente.
A partir de 2014, la IA comenzó a integrarse de manera más visible en la vida cotidiana a través de asistentes virtuales como Siri y Alexa, o el robot humanoide Sophia, y herramientas de análisis predictivo. Estos avances fueron el resultado de décadas de investigación y desarrollo en algoritmos y hardware.
Un hito importante se produjo en 2017, cuando AlphaGo, desarrollado por Google DeepMind, venció al campeón mundial de Go, un logro que consolidó el poder de los sistemas de aprendizaje profundo al enfrentar a una máquina contra un experto en uno de los juegos de estrategia más complejos del mundo.
6. Los últimos años en la historia de la IA
La historia de la IA ha experimentado avances notables, especialmente con la consolidación del aprendizaje profundo y las redes neuronales convolucionales.
La IA y sus alcances más allá de la IA generativa
Estos avances han permitido la creación de sistemas cada vez más complejos, como los modelos de IA generativa, entre los que destacan los desarrollos más recientes de IA generativa, tales como GPT y DALL·E y similares que todos los días nacen.
Estos sistemas son capaces de generar textos, imágenes y otros tipos de contenido, llevando la IA a un nivel sin precedentes. Sin embargo, a medida que la IA ha ganado protagonismo, también han surgido desafíos éticos y sociales. Las preocupaciones sobre privacidad, seguridad y el impacto en el empleo debido a la automatización se han convertido en temas centrales en los debates sobre el futuro de la IA. Estos retos requieren una reflexión profunda sobre cómo equilibrar la innovación tecnológica con los valores humanos fundamentales.
Acerca de la Inteligencia artificial general (AGI)
En paralelo, el concepto de inteligencia artificial general (AGI) ha comenzado a tomar fuerza. Esta es la aspiración de desarrollar una IA que no se limite a tareas específicas, sino que sea capaz de realizar cualquier tarea cognitiva humana.
Aunque aún estamos lejos de lograr una AGI plenamente funcional, los avances en aprendizaje autónomo y adaptativo siguen acercándonos a ese objetivo. Sin embargo, los expertos en el campo coinciden en que la creación de una inteligencia artificial verdaderamente generalizada plantea enormes desafíos tanto técnicos como éticos, ya que requeriría una nueva forma de entender y gestionar la relación entre humanos y máquinas.
Aplicación de la IA en las industrias y negocios
La IA moderna está transformando varios sectores de la sociedad, desde la salud hasta el transporte, pasando por la educación y el entretenimiento.
- En el ámbito sanitario, por ejemplo, la IA está siendo utilizada para diagnósticos médicos más rápidos y precisos, el análisis de grandes volúmenes de datos genéticos, y la creación de fármacos innovadores.
- En el transporte, los vehículos autónomos están cambiando la forma en que concebimos la movilidad, mientras que en el campo de la educación, la IA facilita el aprendizaje personalizado y la creación de recursos didácticos interactivos.
- En la industria del entretenimiento ha experimentado una revolución con la creación de contenido generado por IA, desde música hasta arte visual, abriendo nuevas posibilidades para la creatividad humana.
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La IA y las cuestiones éticas en relación al ser humano
A medida que la IA se vuelve más omnipresente, surgen importantes cuestiones éticas que deben ser abordadas.
- La toma de decisiones automatizada, por ejemplo, plantea preguntas sobre la responsabilidad cuando una máquina comete un error o toma una decisión crítica.
- También se ha hablado ampliamente sobre la IA sesgada, ya que los sistemas de IA pueden reflejar prejuicios humanos si no se diseñan y entrenan adecuadamente. En este contexto, surge la necesidad de establecer regulaciones claras y una supervisión ética para garantizar que los avances en IA beneficien a la sociedad de manera equitativa y responsable.
- Las tendencias emergentes incluyen la IA explicativa o IA explicable, que busca hacer que los sistemas de IA sean más comprensibles para los usuarios, permitiendo que las decisiones de las máquinas sean interpretadas y auditadas.
- La robotización y los avances en máquinas conscientes también se perfilan como áreas de gran interés, ya que podrían llevarnos a una nueva era de colaboración entre humanos y máquinas.
- Los posibles escenarios de competencia entre la humanidad y la inteligencia artificial que se han discutido en la ONU, también generan inquietudes sobre el control y la autonomía de las máquinas.
En cualquier caso, tanto la historia de la IA como el futuro de la IA sigue mostrando mucho por debatir y escenarios sorpresivos, fascinantes y llenos de oportunidades, pero también de importantes desafíos que requerirán un enfoque equilibrado y ético para su desarrollo.
Si quieres hacer un seguimiento a la Historia de la IA puedes consultar este estatus.