Tomar una decisión oportuna es la clave

Tomar una decisión oportuna es la clave

¿Qué haría un emprendedor sin tomar una decisión oportuna? Las decisiones nos conectan a todos con el inicio de una sucesión de eventos, donde la acción y reacción, genera oportunidades y evaluaciones por realizar.

Detenerse, ausentarse, esperar, y solo vivir de que algo ocurra, no funciona más, para nadie.



Tomar una decisión oportuna es la clave

Las decisiones oportunas, son la clave para poder conectarnos con un emprendimiento dinámico, donde no escaparemos de los riesgos, pero sí de la inacción, uno de los estados más perjudiciales en los negocios.

Evaluar el panorama una buena forma de partir

Siempre pienso en los antecedentes, la identificación de variables en juego, los recursos y capacidades disponibles, el equipo y todos los elementos que nos rodean, como un panorama necesario de graficar.

La mayoría de las veces, el hecho de definir aquello que nos rodea, puede reducir drásticamente, las presiones que surgen, por tomar decisiones contra el tiempo, y brindarnos mayor margen.

Sistematizar el problema es el siguiente paso

Si deseamos tomar una decisión oportuna, sistematizar la problemática en la que nos encontramos, nos ayudará a entender cómo se interrelaciona cada pieza de la complejidad por resolver.

Siempre existe un proceso por definir, que integra a toda nuestra organización. Un sistema es observable, medible, analizable, y se puede inferir un comportamiento o un trazo. Si lo logramos, podemos actuar en cualquiera de los hitos de control que nos permitamos establecer.



Tomar una decisión oportuna implica ahorrar acciones y tiempos

Dejar de hacer no es malo, si la idea es simplificar, fluir y flexibilizar el método que nos permite acercarnos a la acción ideal.

Lo contrario es enfocarnos en el accionar constante, con el fin de evaluar qué detona problemas y qué, soluciones. Esta táctica es desgastante, costosa y poco eficaz.

El sistema (la idea anterior) nos ayuda a ser selectivos, emulando, anticipándonos a los hechos, para – informados – poder tomar mejores decisiones.

Buscar sustentos objetivos centrados en la investigación y/o validación

No tener sustento ante la presión por tomar una decisión oportuna, crea el efecto contrario: nos nos permite tomar una decisión. Ese camino, nos llevará a una peor crisis de acción.

Las decisiones informadas, son mejor que las basadas únicamente en la opinión, pareceres, dudas, imaginación e inclusive, argumentos creativos con sentido, porque muchas veces las impresiones respecto de algo, siempre son superadas por la objetividad y coherencia.

Investigar, será toda la vida, el mejor camino antes de tomar decisiones; y aunque investigar tome tiempo, quién no lo hace, tarde o temprano invertirá mucho más tiempo y recursos, en comparación con quien sí lo hace.

Ganas, motivación y energía para tomar decisiones oportunas

Quien desee tomar una decisión oportuna, deberá tomar en cuenta que se enfrentará a la influencia de múltiples fuentes, presión, ideas preconcebidas, riesgos y mucho más.

Para “sobrevivir” a este tipo de condicionamientos, más allá de aquello que muestre el panorama que nos rodea, necesitará desarrollar un interés claro por querer tomar decisiones (ganas), anclajes que le permitan seguir alentando el interés (motivación) y una fuente de persistencia única (energía).

Los decisores, muchas veces, en el emprendimiento, se enfrentan a la responsabilidad de las consecuencias en soledad. Y finalmente, a los riesgos del descontrol emocional.

¿Y después de tomar una decisión oportuna qué sigue?

Pues las veces que un proceso tenso o complejo, me ha permitido elaborar una decisión, validarla y convivir con sus componentes durante semanas, meses o años, el momento en que se aprueba y ejecuta, puede dejar una especie de vacío de gestión, dado que finalizan las discusiones, diálogos, y demás procesos acompañantes.

Lo que sigue podría ser comparable con el despegue de los aviones, un evento respecto del cual siempre leo que es el momento más crítico de un vuelo (sí, como el aterrizaje).

Los primeros minutos luego de tomar una decisión oportuna, necesitan acciones como el monitoreo, seguimiento de cada proceso y sobre todo control de resultados.

En ese momento podremos validar si estuvimos a tiempo y obtendremos el mejor resultado, o veremos cómo un proceso se desvirtúa y crea perjuicios para nuestro negocio.

 

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