¿Por qué la innovación no se aplica en todas las empresas?

Las Start Ups se han enfocado en mayor medida a resolver de forma digital o mediante el desarrollo de la ciencia y la tecnología, la necesidad que encuentran como hallazgo principal.

Quienes observan esta característica, se desvinculan en automático si su negocio no tiene relación con ese enfoque.

A pesar de que muchas empresas tradicionales se digitalizan con éxito, aún así tampoco innovan por que de hecho se sabe que, no todas las Start Up llegan a tener éxito, dicho sea de paso.

Entonces:

• Asignamos un sentido exclusivo a la práctica de la Innovación, sin presumir que su aplicación puede ejecutarse en cualquier tipo de negocio.
• Otros aspectos derivados de esta observación tienen relación con cómo evalúan el crecimiento empresarial los emprendedores tradicionales.
• No existen muchas competencias para el diseño de experiencias u organizaciones enfocadas en el cliente.
• Pero tampoco se vincula a la Innovación con tener las soluciones para alcanzar ese diseño tan necesario.
• A priori, se siguen los modelos de definición del enfoque comercial que se adoptará.

El principal argumento es: ¡No necesito tener una Start Up! ¡Mi negocio no es 100% digital o 100% tecnológico y yo no puedo invertir a ese nivel!

Te recomendamos leer este artículo para revisar la propuesta del mundo de la Innovación: El impacto de la Innovación en el Emprendimiento

La visión financiera del negocio que practica la Innovación se caracteriza por ser colectiva.

De ahí que los "levantamientos de capital" se vinculen con las StartUps e impliquen un cambio de paradigma respecto de las finanzas y el impacto del dinero a través de la presencia de los socios.

La visión tradicional piensa en la pérdida del control, de la idea original y del "sentimiento" que puede albergarse por una marca o un proyecto de negocio.

El detalle es que todo esto lo sienten por encima de enfocarse en el impacto de un éxito financiero global.

Allí es donde chocan el concepto de lo "propio" versus lo "colectivo y societario" que más o menos puede traducirse en las siguientes frases:

• ¡Es mi negocio! ¿Por qué tengo que compartir la visión y permitir que otros inviertan para hacerlo crecer?
• ¿Realmente quiere elegir como socios de su negocio a su madre, su tío y a un abuelo?
• Prefiero inscribirme como persona natural, ser empresa no es lo mío.

Son 3 de muchos argumentos que terminan por destruir la oportunidad financiera de la mayoría de ideas de negocio.

¿Y cómo se traduce esa destrucción? ¿Qué provoca? Simple: ¡Menor cobertura de mercado! ¡Menor fuerza! ¡Mayor atomización o cantidad de negocios!

No quiero decir que no sea bueno que existan muchos negocios, lo malo está, en que muchísimas finanzas de impacto reducido o personal, crearán muchísimos negocios de subsistencia, difundiendo la pobreza.

La mirada innovadora en las finanzas, apunta a lo colectivo como una forma de responder a la necesidad de una economía de escala y competir como los grandes, con equipos pequeños y socios de capital que buscan rentabilidad, no control necesariamente.

¿Lo tenemos claro en el mundo emprendedor tradicional?

La innovación pretende, propone, impulsa, empuja, es coercitiva, pues lo querramos o no, nos empuja hacia la búsqueda del hallazgo que el proceso necesita, de otro modo, no funciona.

Entonces: Las técnicas por aplicar, necesitan que nos acostumbremos a la acción antes de accionar el negocio tal cual, mientras que la mirada tradicional entiende la acción como vinculante al inicio de operaciones, no a la investigación previa de la demanda.

Esa diferencia conceptual, genera dudas y bloqueos lógicos y entendibles:

• ¿Por qué tendría que evaluar necesidades, si ya sé cuáles son según mi experiencia?
• ¿De qué me sirve depender de la reacción ante un prototipo, si lo que voy a hacer ya se hizo y voy a mejorarlo?
• ¿Cómo podría interesarme en gastar tiempo y dinero, en saber si me van a comprar, si puedo ser más directo y vender desde el principio?

Estas preguntas nos pegan duro en la necesidad de reflexionar sobre si es no necesario investigar antes de empezar un emprendimiento.

Se dice que quien tiene información, tiene poder, y para quienes han atravesado la experiencia de generar innovación de verdad, ese poder llega con esfuerzo.

Lo que no se dice, es que con o sin Innovación, el fracaso de igual modo puede patear el tablero.

Innovar y Emprender de forma tradicional no nos alejan de la necesidad de invertir en "activos intangibles previos"...

La pregunta de fondo es: ¿Qué nos garantiza el éxito realmente y bajo qué tipo de esfuerzo previo?

Los Negocios y Empresas tradicionales buscan crear negocios centrados en generar utilidades, mientras que, los que innovan saben que la rentabilidad es el foco, y es consecuencia de la Innovación.

En el mundo tradicional el enfoque comercial se centra en como los clientes, consumidores y compradores se comportan respecto de mis productos o servicios, qué decisiones toman para comprar y por qué.

Lo que une a ambas posiciones, quizá sin saberlo es justamente qué produce el despegue financiero en el modelo de negocio.

• ¿Tener clientes que compren?
• ¿Apostar por la construcción de relaciones que como consecuencia nos posicione siempre hacia arriba?
• ¿O convertirnos en un imán insoportable para quienes ven nuestra propuesta como un satisfactor total?

Estas 3 preguntas prácticamente son las mismas si tienes o no una mirada de enfoque innovador.

La pregunta más importante sin embargo es: ¿Qué haces después de vender? La mayoría no hace nada, sólo espera la siguiente venta y, justamente en esa espera, está la diferencia entre quien tiene y quien no, una actitud innovadora.

Te recomendamos leer este artículo: ¿Por qué el enfoque en el cliente es importante?

Si emprender ya es complejo y se deben tomar decisiones importantes para prender el motor, darle clic a la turbina de la innovación para ser algo que aterroriza a muchos.

Sabemos, porque lo vemos luego de exponer cómo innovar, que las empresas y sus equipos, es más, los directivos, dueños y gerentes, huyen del riesgo.

Sin embargo emprender de forma tradicional en un mundo sujeto a la constante transformación, con todo el riesgo que supone hacerlo de la misma forma, sí se prefiere.

Por lo tanto, la aversión al riesgo la mayor energía contra la innovación pero hay más:

• Se opina de la innovación sin conocerla.
• Hasta hemos recibido burlas acerca del nombre de las técnicas de innovación de mayor valor.
• Existe mucha baja autoestima empresarial que no se ve así misma innovando.
• Es tal la presunción de que la innovación es para las grandes empresas que las pequeñas no se animan.
• Muchas veces los líderes no se animan y en consecuencia nadie se atreve.

Y así sucesivamente.

El factor psicológico está presente y cala profundo contra la aplicación de la práctica innovadora en todo el mundo, no sólo en Latinoamérica o en el Perú.