Emprender es un estilo de vida: 7 claves

Postulamos muchas veces que emprender es un estilo de vida porque además de las múltiples decisiones, aprendizajes y situaciones que enfrentamos desde la gestión de un negocio, el emprendimiento supone un impacto inicial en quien decide subirse a esta ola y una sucesión de reacciones entre quienes son "tocados" por sus acciones.

Por lo tanto, entendemos que emprender es una decisión que trasciende el simple acto de iniciar un negocio y podemos sentirlo como una pasión, un camino hacia la realización personal y por su puesto el ejercicio profesional de una meta.

Emprender es un estilo de vida cuando los principios que lo construyen los puedes aplicar en cada momento en el cual buscas un objetivo. Este patrón de emociones, convertido en pasión, otorga visión, energía y superación constantes.

Una forma de integrar el emprendimiento en tu vida, es, por ejemplo, impulsar a tus hijos a valorar el dinero, a realizar pequeñas inversiones, a gestionar pequeños negocios con la familia y amigos.

Cuando de forma transversal nos preocupamos de crecer en lo personal y profesional, estamos consolidando el hecho de que emprender es un estilo de vida.

Asuntos serios como el deseo por aprender, el enfoque en la mejora continua, la reducción de expectativas, la toma de decisiones éticas, la mirada en el aprendizaje desde los errores y el centrarse en convertirse en un mejor ser humano, forman parte de este tipo de compromiso, que puedes practicarlo y asumirlo si te conviertes en un emprendedor de verdad.

Los espacios de éxito y fracaso, en todos los aspectos de nuestra vida, son siempre la oportunidad perfecta para asumir nuestra responsabilidad en cada uno de los roles que nos toca vivir.

Cuando emprendemos esto también ocurre al interior de nuestro negocio, sea uno de compraventa, una empresa consolidada o un gran grupo empresarial.

Siempre tendremos como parte de nuestro estilo de vida, el enfoque de valorar y asumir la responsabilidad de accionar, enfrentar los desafíos y tomar las decisiones -aunque sean difíciles- para seguir avanzando hacia nuestras metas.

Los conceptos de abundancia, plenitud y lo ilimitado, reemplazan al pensamiento en términos de escasez, inflexibilidad e inclusive a la visión de necesidad de competir. Fluir desde dentro con la convicción de que cuando requieras de algo (no sólo dinero) vas a disponerlo para beneficio de tus más grandes sueños e inclusive los pequeños, es adquirir una enorme seguridad en la vida.

Y esto va más allá de cualquier práctica espiritual o religiosa, es una visión centrada en que el emprendimiento es un estilo de vida que sigue la premisa: "si lo crees, lo creas".

Encontrar un equilibrio armonioso entre el trabajo y otros aspectos de la vida, como la familia, la salud y el ocios son aspectos relevantes de quienes practican el emprendimiento como un estilo de vida.

El tiempo es un recurso imposible de gestionar si no se piensa en él en términos de balance, calidad de vida e interconexión con quienes te importan. Si eliminas los límites en tu vida, ya que en todos tus roles eres simplemente tú, encontrarás el primer equilibrio. Utiliza mejor tu tiempo y vive de forma equilibrada al emprender.

Ser auténtico te ayuda a crear un estilo de vida emprendedor de primer nivel. Habilidades blandas como ponerse en el lugar de los demás, ser coherente, terminar lo que empiezas y apelar por la justicia en los equipos son complementos perfectos a la autencidad que todo líder emprendedor debe forjar desde sí mismo para los demás.

Para lograrlo una persona debe apreciar su historia, reconocer en ella los valores aprehendidos, respetarse a si misma y no tener ningún temor de ser tal cual es. Al emprender con esta premisa, evitarás seguir el camino de otros, y buscarás crear tu propio camino basado en esos valores, pasiones y fortalezas únicas.

Emprender es un estilo de vida integrador cuando al ejercer el emprendimiento puedes ser capaz de dejar un legado duradero.

Y al pensar en esta idea no podemos evitar recordar a hombres y mujeres imperfectos, que vivieron situaciones límite, complejas, pero que fueron capaces al mismo tiempo de darle al mundo un hallazgo, aporte, logro, cambio, destino o un camino por mejorar y se convirtieron en un legado.

Emprender centrado en la idea de un legado duradero es pensar en trascender la vida misma, en dejar una huella positiva en el mundo, inspirando a otros y contribuyendo al bien común a través de tu trabajo y tus acciones.

Emprender va más allá de iniciar un negocio; es un estilo de vida que requiere pasión, compromiso, responsabilidad, mentalidad de abundancia, equilibrio, autenticidad y el deseo de crear un impacto duradero en el mundo. Si estás dispuesto o dispuesta a abrazar el emprendimiento como un estilo de vida, estas siete claves te guiarán en tu viaje hacia el éxito y la realización personal y profesional.

Escrito por: Sergio González Marín

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