Cómo resolver un problema humano, forma parte del quehacer actual del planeta entero hoy, sin embargo, ha sido desde siempre uno de los deseos de mayor presencia en los negocios, en la vida y en todo tipo de experiencia humana.
La pobreza, el hambre, la falta de agua, problemas del sistema de salud, la distribución adecuada de la riqueza, la educación, el cuidado del planeta, todos son temas que incluyen problemas humanos y que necesitan solución.
Muchas veces nos lo forjamos como una meta útil, y para lograrlo, debemos tomar acción, sin embargo, a veces tomando acción, podemos cometer errores insalvables o que perjudiquen los resultados.
Aún así, de otro modo, esperar a que el escenario se complique mucho más, o que algo suceda y lo resuelva "de la nada", "por arte de magia" o según tu religión, es un riesgo que -probado está- no termina nada bien.
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Resolver un problema humano: 6 claves
Resolver un problema humano implica hacer uso de toda una ciencia que como postulados iniciales o base, podría comprender los siguientes:
- Aceptar la situación y evitar la presión.
- Anticiparse a los peores escenarios.
- Analizar la naturaleza del problema humano por resolver.
- Crear un plan de contingencia.
- La solución como hallazgo o como meta.
- Tomar acción.
1. Aceptar la situación y evitar la presión
Las dificultadas, es cierto, pueden ayudarnos a poner en perspectiva nuestra vida, empujarnos a comprender que sufrir a veces es bueno, pues crea sensibilidad, y que los "golpes" de realidad nos permiten, en algunos casos reencontrar el camino adecuado.
Enfrentar retos sin duda alguna, nos forma el carácter en muchos sentidos de gran utilidad.
Como orientador de emprendedores, puedo decirte que, lo más útil antes de empezar a resolver un escenario totalmente problemático, tiene que ver con nuestra propia relación con los hechos, sobre todo si se trata de resolver un problema humano.
Que si perdimos el control, retomarlo, si no podemos con la comunicación intensa o brusca que nos empieza a caracterizar, enfocarnos en una que sea madura y profesional, y así sucesivamente.
Evitar ir por la presión que puede llegar a sentirse no es fácil, necesitamos respirar, latir menos y vibrar en una mejor frecuencia, calmarnos.
En un espacio de mucha menor tensión, la mente puede llegar a concentrarse y actuar a favor en forma más ágil, de otro modo, podríamos correr el riesgo de deternernos sobre cada problema y dejar que nos "coma con zapatos y todo".
2. Anticiparse a las peores condiciones
Superado y controlado el espacio emocional, lo que sigue es identificar los escenarios, sentarse a dibujar lo que bien, sin ánimo de complicarse o de retornar al descontrol, sino de tener a la mano la realidad tal cual podría presentarse.
El objetivo de esta clave, nos permite resolver un panorama difícil, empezando por construir las opciones positivas y negativas, la ubicación de los recursos disponibles, aquello que necesite mayor impulso, lo que tenemos de forma fácil ya ganado, entre otros aspectos.
Anticiparse a las peores condiciones nos será útil, siempre y cuando encontremos con tranquilidad esos posibles escenarios, a veces complejos al inicio y, de tan solo apreciarlos y describirlos, manejables después.
Generalmente, la mente humana rinde mejor cuando entiende todo el "cuadro" y mucho menos cuando todo es absolutamente una incógnita.
Pero no nos confundamos, sobre todo los que emprendemos y/o somos administradores, una cosa es plantar escenarios y otra que no sepamos qué va a ocurrir, necesitamos hacer el esfuerzo por visualizar con coherencia en medio de la complejidad que aportan las dificultades.
Recuerda que también es importante investigar más allá de lo que ya conocemos. El emprendimiento, en ese sentido puede enseñarnos los riesgos de no investigar, algo que podríamos tomar en cuenta en los problemas humanos.
3. Analizar la naturaleza del problema humano por resolver
La parte más compleja de resolver un problema humano difícil, tiene relación con aquello por resolver, que muchas veces llamamos "problemática".
Para lograr estar cerca de la solución, está probado que necesitamos examinar el problema a fondo, núcleo de la problemática.
Estas podrían ser las preguntas por hacerse para entender primero, la naturaleza de aquello que nos está golpeando en la vida, los negocios o nuestras relaciones.
- ¿Dónde está? : Llegó, de camino, aún lejos.
- ¿Qué impacto tiene o tendrá? : Devastador, será un golpe duro, nos afectará en poca proporción.
- ¿Qué resistencia tiene? : No estamos preparados para controlarlo, será muy difícil de controlar, lograremos controlar la mayoría del impacto.
- ¿De qué está formado? : Tiene elementos desconocidos, está formado de partes reconocibles, es muy similar a otro tipo de problema.
Estas y otras preguntas necesitaremos definir y para hacerlo podemos cumplir un rol de investigadores o como mínimo reflexionar en el problema.
Alguna vez, en alguna clase universitaria antaño, un profesor comparaba a la "Problemática" con la "Matemática" como la ciencia para resolver problemas humanos, que no tienen primacía numérica, necesariamente, pero sin dejar de ver los números bajo los cuales se expresa la vida en todo momento.
4. Crear un plan de contingencia
La mayoría de personas evita mirar hacia dentro cuando se trata de resolver un problema humano grave, intermedio o pasajero, pues de algún modo se bloquea de forma interna y se siente mejor, si mira hacia fuera.
Sin embargo, cuando ve que los demás, de una u otra forma, también están tomando acción para resolver la parte o el todo que les afecta, encuentran que no es tan fácil extender el brazo o pedir ayuda.
Aún así, no quiero decir que sea malo pedir ayuda, hacerlo humaniza y tiene muchas ventajas y beneficios, pero exige de nosotros haber creado como mínimo o una buena imagen, o una buena red anterior de aporte y solución comunitaria.
Si se trata de enfocar todos nuestros esfuerzos en resolver un problema humano, no es poca cosa, por ello resulta importante crear un plan de contingencia eficaz:
- Tomar en cuenta la velocidad a la que debemos implementarlo (según el tiempo que nos imponga el problema por resolver).
- Identificar ventajas, recursos, capacidades, relaciones y alternativas disponibles.
- Enfocarnos dentro de nuestro entorno y dentro de nosotros mismos.
Recuerda algo importante: Un plan de acción no requiere, para su desarrollo, de nada más que decisión, de modo que puedes estar en las mejores o peores condiciones económicas y aún así, concebirlo.
5. La solución como hallazgo o como meta
Eliminar del escenario toda la problemática humana que nos rodea, sería lo ideal y estoy seguro que forma parte del pensamiento de muchos.
El concepto de solución que nos puede ayudar, tiene relación con un proceso dinámico que permite encontrarlo, pero también con la definición del problema que muchos investigadores realizan.
Aquí algunas ideas interesantes que pueden darle sentido al concepto "Solución":
- Cuando la dinámica que mantuvo el problema activo se detuvo totalmente y por ende la naturaleza del problema cambió hacia un estado que no califica para ser llamado problema.
- Cuando se incorporó un elemento en la problemática identificada, que logró modificar y crear un escenario diferente, usualmente positivo.
- El punto anterior podría transformar el problema en otro, resolver el anterior, y encausar una nueva necesidad de solución.
- Cuando la solución llegó desde un proceso que identificaba criterios nuevos y se delimitó un "hallazgo como solución".
- La definición menos dinámica de la "solución" es la que se define por anticipado como meta sujeta a un plazo determinado. En este caso necesitamos ser conscientes que definir por anticipado una solución, nos puede sesgar la visión y arriesgar nuestro enfoque.
Si queremos aprovechar al máximo un enfoque de solución para resolver un problema humano, pensar en encontrarnos cara a car con un hallazgo nos conectará con la mirada de la innovación.
6. Tomar acción
Es muy fácil decir: "¡Toma acción y resuelve tus problemas!" y no deja de ser complicado para quienes reciben esa especie de orden o consejo sin opciones.
Quien emite un juicio al mismo tiempo que da el consejo o la instrucción, debe tener mayor empatía con quien se encuentro dentro de un escenario complejo.
Y quien recibe el "golpe emocional" necesita enfriar las tensiones para detectar la parte buena: alguien quiere que te movilices hacia una solución.
A veces se nos pasa de largo entender ciertos detalles, cuando se trata de resolver un panorama difícil y por ello vamos a enumerar qué puede significar "tomar acción."
- Preparar con anticipación todos los puntos anteriores comprende el inicio de este enfoque. No debemos caer en quedarnos únicamente en el análisis o la enumeración, pues inclusive hablar todo el día de la problemática, es un paso importante pero no es la solución.
- Las personas toman acción. Se trata de algo relacionado con tu energía o con la energía de tu equipo. Para tomar acción a nivel humano (algo obvio que a veces se olvida) necesitas conectar energía - competencias y capacidades.
- Tomar acción no es ir hacia delante únicamente. Retrocesos, búsqueda en los alrededores, supresión por partes de los procesos, enfoque por etapas, reducción o eliminación de condicionantes, destrucción de bloqueos. Las decisiones y sus acciones no siempre van hacia delante o parecen ser "buenas acciones".
- Crear un modelo de decisión. Muchos pensamos que tomar acción comprende ejecutar decisiones en un tramo o flujo lineal, pero podríamos estar frente a un modelo no lineal, con tiempos de espera y hasta con acumulación de resultados previos, antes de encontrar una solución.
Cómo resolver un problema humano: 6 claves
Escrito por : Sergio González Marín
Director de Overflow Emprende. Consultor Integral e Investigador del Emprendimiento en el Perú. Enfocado en el diseño de estrategias de innovación, marketing y ventas. Asesor de Emprendedores. Escritor y Coach de emprendedores.
Fecha: 06/04/2020
