Tú puedes cambiar el final del camino

Tú puedes cambiar el final del camino

Leímos esta frase: “Tú puedes cambiar el final del camino”, en diversos procesos de motivación alrededor del planeta, cuando se trata de enfocarnos en el hoy, en el hacer y en la toma de decisiones oportunas, que impacten en el futuro.

Pero también alude directamente, a una idea acerca de nosotros mismos. Un pensamiento que nos lleva hacia la reflexión interna.

¿Tenemos el poder para adueñarnos de nuestra vida y de nuestro éxito?



Tú puedes cambiar el final del camino

Tres podrían ser los detonantes que catapulten un mejor destino para nosotros mismos, desde ese interior empoderado capaz de todo.

  1. Auto reflexión y autoconfianza.
  2. Decidir oportunamente y pasar a la acción.
  3. Sostener la coherencia.

1. Auto reflexión y autoconfianza, como bases para fortalecer nuestra mente.

La auto reflexión y la autoconfianza son dos valores relacionados con la causa y el efecto de una vida motivada por la meditación como proceso de cambio. Allí donde el cambio personal es silencioso y no necesita gritarse a los cuatro vientos, pensar y fortalecernos desde el razonamiento emocional, o quizá pragmático, es el primer paso.

Como seres humanos, contamos con todas las funciones cerebrales que maravillosamente, pueden ser capaces de influir en nuestras emociones y también en el estado de salud de cada una de nuestras células.

Existen miles de razones entonces, para utilizar el pensamiento para focalizarnos en que sí es posible salir de estados donde el momento actual se nos presente oscuro y por eso te decimos que tú puedes cambiar el final del camino.



2. Decidir oportunamente y pasar a la acción.

No es fácil tomar decisiones, tampoco pasar a la acción. Sin embargo, en la práctica y el compromiso de utilizar estas potentes herramientas humanas, está el secreto para alcanzar aprendizajes increíbles.

Sucede que podemos estar enfocados en la reflexión de múltiples ideas, escenarios, situaciones complejas, personas que tendrán una opinión sobre nosotros, hechos del pasado que nos limitan, cosas que dijimos y mucho más, todas, alrededor de anclas que nos impiden decidir oportunamente.

El hecho de pasar a la acción, supone la finalización de un proceso de reflexión y autoconfianza que pasa por la “gasolina” de la decisión oportuna, un tipo de explosión breve que produce emociones. Es por ello que podemos sentirnos felices, o tener miedo, a pesar de haber tomado la decisión, cualquiera que esta sea.

Sin embargo, como mucho en la vida, disponemos de salidas y soluciones. Una de ellas, es “pasar a la acción” y allí radica el secreto de la frase: “Tú puedes cambiar el final del camino”.

La mayoría de personas aprendemos con el tiempo que, a pesar de una decisión, que nos “dibujó en la mente un escenario”, el proceso de accionar, nos permite rectificar, corregir, modular, rediseñar, la decisión intrínseca y terminar pivoteando hacia un mejor escenario.

3. Sostener la coherencia

En el marco de una reflexión que se materializa en acción, alrededor del concepto “Tú puedes cambiar el final del camino”: ¿Qué significa coherencia?

La coherencia es la consistencia entre todos los procesos que te llevan a un objetivo final.

Se nota cuando cada elemento de una solución de vida, se sostiene a si mismo, porque van dentro de un camino de consecuencias (lógicas o no), que de algún modo útil y explicable, nos aportan positivamente dentro del mismo “mecanismo”.

Nadie es coherente, por ejemplo, viviendo la vida que otra persona le dicta, cuando resulta evidente que no existe un proceso que muestre satisfacción o felicidad en ello. O, por citar otro caso, nada es coherente en alguien que dice una cosa y manifiesta ideas totalmente opuestas, con mínimo o nulo beneficio para sí mismo, al pasar a la acción.

Sostener la coherencia nos ayuda a tumbarnos los “estados de ruido” y los “baches en el camino” que implican, todo el proceso, razón por la cual, todo lo indicado será útil para nosotros.

Por ejemplo, ante el error, necesitamos aprender, no rendirnos. Ante las ideas que pretenden cambiar nuestra decisión, necesitamos ser fuertes.

Pero también -porqué no- reflexionar junto a ellas, pues quizá “Tú puedes cambiar el final del camino”, también significa ser capaz de escuchar y obtener del mundo, lo mejor, aunque no llegue dentro del mejor empaque o con los mejores colores.

 

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