Nuestra porción de sabiduría es pequeña

Nuestra porción de sabiduría es pequeña

Nuestra porción de sabiduría es pequeña es una frase de impacto que nos conecta con la humildad, la coherencia y propone que reaccionemos en consecuencia, en medio de cualquier situación que exija de nosotros, intercambiar opiniones, tomar decisiones o evaluar, juzgar y reaccionar, frente a la información.

Necesitamos estar conscientes del flujo de información que recibimos, de su calidad, de las fuentes objetivas o reales que la producen, y por encima de todo, distanciarnos de asociar a las personas con la información que producen y comparten.



Nuestra pequeña sabiduría necesita apreciarse

Para aprender sobre qué tan pequeña es nuestra sabiduría, a todo nivel, también es importante que tomemos la expresión del lenguaje como un matiz por desentrañar.

Por lo general esa expresión, que se a través del habla, puede desubicarnos y alejarnos de la correcta evaluación, acerca de lo que dice alguien y sabe alguien. Esto encuentra correlato cuando viajamos, y nos conectamos con muchas formas de hablar, distintas a la nuestra, que muestran mucho contenido cultural.

La sabiduría, el conocimiento, la experiencia, el aprendizaje practicado y toda expresión del ser que nos enseñe y aporte, necesita ser mirada desde su esencia, eliminando de por medio al ego para evitar traducciones innecesarias.



¿Por qué nos enfrentamos a una porción de sabiduría?

De hecho todo lo que sabemos, es un mar de datos mentales, pero no todos los datos que existen. Y la mayoría no nos damos cuenta hasta que encontramos las primeras sorpresas de vida a nuestro alrededor.

Más allá de enfocarnos en “connotaciones” irrelevantes, cuando adultos, podemos sorprendernos de la riqueza excesiva, de la pobreza, de las ideas distintas a las nuestras, de la acción de las personas, de la reacción y la mentira, de las costumbres nuevas o de las tradiciones culturales de una ciudad que visitamos.

De modo más cercano, interactuamos todo el tiempo con personas que tienen diferentes niveles de sabiduría que el nuestro. Y eso, no es “bueno ni malo”, simplemente es.

En algún momento de nuestra vida necesitamos tomar el control de nuestro aprendizaje - Overflow.pe
En algún momento de nuestra vida necesitamos tomar el control de nuestro aprendizaje – Overflow.pe

Preguntas honestas y coherentes sobre nuestra sabiduría

¿Qué actitud podemos tener si no tenemos conocimiento de la cantidad de todo esto, de su diferencia, del impacto de lo no conocido?

¿Acaso no deberíamos tener en cuenta que nuestra “zona de confort” es capaz de nublarnos? ¿Es todo el panorama de nuestro entendimiento, un bagaje universal y aplicable en todos los casos?

La verdad absoluta, decía HEGEL, era sólo equivalente a la perfección divina, y en el camino, descartamos ideas, producto de la lucha entre “la verdad y la no verdad”, más bien jugadores locales, temporales y que pueden tornarse lejanos.

Hegel introdujo un sistema para entender la historia de la filosofía y el mundo mismo, llamado a menudo «dialéctica»: una progresión en la que cada movimiento sucesivo surge como solución de las contradicciones inherentes al movimiento anterior.

Tomado de Wikipedia

El camino de la sabiduría humana (una propuesta)

  • Llegamos al mundo limitados por el círculo social en el que nacemos.
  • Nuestros padres son nuestros primeros maestros.
  • Y ellos, pueden no ser perfectos, aún así intentar hacer lo mejor posible.
  • Nuestra capacidad de interacción con el medio, nos ayuda a aprender por cuenta propia.
  • Si el medio es positivo o negativo, eso solo determina qué enfoque le daremos al aprendizaje.
  • La sabiduría, es inherente a todo ser humano, la maldad, es el enfoque que le damos al ejercicio de esa sabiduría.
  • Determinar la diferencia entre lo bueno y lo malo, a lo largo de todas nuestras edades, es un proceso humano, real e importante.
  • Aprendemos desde cualquier causa y somos efecto de ese proceso natural o forzado.
  • Sin embargo, en algún punto, necesitamos ser responsables y evaluar si lo que sabemos, tiene la posibilidad de ser analizado y juzgado.
  • Muchas personas se pierden en la evaluación cuantitativa y cualitativa de sus conocimientos, cuando en realidad, lo que importa es saber qué hacer con lo que tienes en la mente.
  • Cuando surge la conciencia, todos nuestros aprendizajes se deconstruyen, rediseñan y transforman de modo permanente.
  • Pero también es posible, cerrarse a este flujo y creer firmemente, que solo un grupo específico de datos y conocimientos, son los válidos.
  • Las emociones pueden proponer caminos sinuosos, confusos, positivos o negativos.
  • El ser humano puede llegar a bloquear la construcción de la sabiduría, bajo el solo hecho de unificar los elementos: fuente, mensaje, causa, efecto y comunicador en una sola definición, que tiende a generalizar.
  • Una sabiduría centrada en aceptar la posibilidad de no ser el centro del universo, la única fuente o la probabilidad elegida, nos mantendría dispuestos a un nivel de aprendizaje mayor.
  • Sin duda alguna, un flujo coherente en relación a la gestión de nuestra sabiduría, influye positivamente en la salud mental y física.

¿Has atravesado este tipo de proceso? ¿Te has hecho estas preguntas? ¿Algún evento en tu vida te ha puesto contra la espada y la pared? ¿Has desarrollado la necesaria sensibilidad como para darte cuenta que existe una enormidad de contenidos que no conoces?

Justamente, lo mejor que podemos hacer es aprender a desaprender para acumular mayor sabiduría.

¡Éxitos en ello!

Sergio González – Director Overflow.pe

 

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