No te detengas por querer dar pasos gigantes, pues para lograr crecer en tus acciones emprendedoras, necesitas empezar con pequeños pasos constantes.
Alguna vez, como emprendedores, caemos en ser presas de querer avanzar a mil por hora, buscando ampliar nuestro alcance, y nos damos cuenta del error cuando los problemas surgen.
Si esta actitud la desarrollamos de la mano de pequeños pasos coherentes, balanceados, consecuentes y efectivos; llegaremos tarde o temprano, a tener la capacidad para ejecutar operaciones enormes y administrarlo todo bajo control.
¡No te detengas por querer dar pasos gigantes hoy mismo!
La frase de impacto de hoy, alude a aquellos momentos en que nuestro deseo no se concreta debido a bloqueos, barreras de entrada al mercado, falta de información, de equipamiento y tecnología, de personas y conocimiento, ausencia de un equipo cohesionado y profesional, entre otros factores que suman a la productividad.
El crecimiento es diferente en cada tramo del camino
Cada etapa de crecimiento implica retos por asumir, y para cada reto, el camino hacia concretar nuestra capacidad de operación, está plagado de resultados previos por obtener, de modo que la frase “no te detengas por querer dar pasos gigantes” toma sentido.
Avanzar en los negocios y gestionar operaciones cada vez más grandes, o en un mayor número de lugares, no es algo que depende del deseo de lograrlo, sino de la capacidad de hacerse realidad mediante estrategias y planificación constantes.
El crecimiento es el resultado del compromiso de las personas a todo nivel
Además de lo anterior, es importante implantar un correcto liderazgo integral, gestionar las habilidades blandas en la organización y tener claras las metas que la Dirección establezca, para emprender con energía el método que nos llevará a alcanzarlas.
No te detengas por querer dar pasos gigantes ya mismo, si antes no has aprendido a llevar a tu organización por la senda del aprendizaje y el logro de resultados en equipo.
Las finanzas sanas, tienen como consecuencia un crecimiento sano
Si somos socios del negocio, es importante estructurar una sana relación con las inversiones (nuestro capital), las deudas, los pagos, la responsabilidad de abonar los tributos en el tiempo correcto y obtener los mejores resultados de liquidez, reinversión y por supuesto, rentabilidad, sin pasivos complejos que resten valor y propiedad.
Las empresas no crecen porque deseen hacerlo solamente, sino porque alcanzan resultados que les permiten continuar apostando por activar un mayor volumen de operaciones, tomando como base lo coherente que suena en los negocios, “no te detengas por querer dar pasos gigantes”.
¿Qué ocurre si factores exógenos frenan mi crecimiento y no puedo hacer nada al respecto?
La misma frase “no te detengas por querer dar pasos gigantes” te vuelve a dar la respuesta y en tal sentido te recomendamos:
- Revisa otros escenarios donde el riesgo sea menor.
- Rediseña los métodos por los cuales estás generando rentabilidad.
- Revisa tus costos base de cada uno de los procesos que implica ejecutar tu negocio.
- Busca aliados estratégicos que te ayuden a nutrir de valor y empoderamiento tu negocio, para asumir retos en otros espacios con mayores oportunidades.
- Construye una mentalidad más abierta al cambio, si es necesario.
- Mide y analiza sin parálisis, la información de la complejidad que podría suscitarse.
- Toma las mejores decisiones, en modo “plan piloto”.
- Nunca abandones las opciones de desarrollo emprendedor que te brindan las herramientas de innovación.
Si lo piensas, esta lista tiene buenas ideas de pasos pequeños ordenados por dar, antes de caminar como un gigante en tu emprendimiento.
Y no decimos que no pienses en grande, ¡hazlo siempre con un pie en la tierra y las manos hacia el horizonte! ¡Todos los éxitos!
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