Las palabras solo son lo que dejamos que sean - Frase de Impacto - Overflow.pe

Las palabras solo son lo que dejamos que sean

Como seres humanos, somos sociales, influenciables, perturbables y sobre todo, manipulables. Y eso tan solo considerando aspectos que permanecen en nuestras relaciones y se manifiestan de forma positiva o negativa.

"Las palabras solo son lo que dejamos que sean" significa que necesitamos ser responsables de aquello que escribimos, decimos y transmitimos en diversos medios y bajo diversas formas, al comunicarnos con los demás.

Expresar, describir, adjetivar, negar, aportar conceptos, dialogar, e inclusive deconstruir desde la filosofía o desde la innovación, puede causar malas interpretaciones, ya se entre gerentes, mandos medios, trabajadores o en todo el equipo.

Sin duda, a nivel personal, las palabras pueden ser un dardo o una flor, y si eso ocurre, necesitamos tener en cuenta varios puntos clave.



Las palabras solo son lo que dejamos que sean

Veamos que nos ocurre con las palabras para entender en qué posición podemos estar.

  1. Las palabras cuando nacemos
  2. Durante la niñez, la pubertad y la juventud
  3. Palabras cuando somos adultos.
  4. Las palabras del futuro: en la tercera edad.
  5. Palabras en los negocios.
  6. ¿De quién son las palabras?

Las palabras solo son lo que dejamos que sean

1. Las palabras cuando nacemos

Al nacer, los seres humanos adquieren el lenguaje, mientras otros seres humanos cercanos, les ayudan a asociar significados.

Si a un recién nacido le hablamos señalando y mostrando, tenemos lo que muchos estudiosos han llamado la adquisición del lenguaje de forma natural, es decir, aquello que sucede con las lenguas maternas.



2. Las palabras durante la niñez, la pubertad y la juventud

Según como enfrentamos los retos de cada etapa temprana de nuestra formación como seres humanos, nos enfrentaremos a un mayor número de fuentes. La familia ya no es exclusiva, los amigos aparecen, los profesores también, y así sucesivamente.

En cada caso, cada adquisición, se vuelve cultural, social, interdisciplinaria. Y por supuesto, podemos llegar a copiar significados que van mucho más allá de lo superficial. Añadimos contexto, justificamos (sin saberlo) palabras específicas para emociones específicas.

Y por supuesto, hacia la pubertad y la juventud, entramos en el riesgo de una búsqueda incesante, de modo que si no llegan las palabras adecuadas, podemos ser capaces de describir el mundo como algo bello o amargo, y reaccionar según esa descripción.

3. Las palabras cuando somos adultos

¿Y los hechos cuentan? Es probablemente la mayor preocupación respecto de cómo asignamos, cuando adultos, un significado "materializador" a las palabras. Podemos sentirlas atravesar nuestro pecho, pulmones, piernas, hacernos trastabillar.

Es claro que el mundo sería otro, si los significados fuesen otro. Es evidente, que en el transcurso de la historia misma, las palabras han cambiado y han sido protagonistas de grandes desafíos, han enarbolado batallas, libertades y hoy mismo, superadas por el vídeo, en esta época digital, siguen allí presentes, porque se han integrado en mensajes multimedia.

Está probado por muchos testimonios, que los hechos marcan, definen un destino, tienen costos sin duda complejos, cuando son negativos, pero también están los eventos positivos de nuestra vida, oportunidades clarísimos para resolver, solucionar y encontrar caminos.

La voz tiene el poder de crear felicidad y armonía - Overflow.pe
La voz tiene el poder de crear felicidad y armonía - Overflow.pe

En esta etapa tenemos la oportunidad de aprender que las palabras solo son lo que dejamos que sean, aunque es posible y de hecho, sucede, que muchos ya nos llevarán la delantera en este arte tan necesario.

Cuando adultos, en el presente, detectar por qué reaccionamos ante las palabras "hirientes" (por decir lo menos) debería llevarnos a preguntarnos con firmeza, por qué nuestros significados nos llevan contra la pared, cuando alguien nos dice "ese algo que nos suena como una ofensa".

Somos en esta etapa, responsables de educar a las personas en el uso de las palabras, pero por lo general, no hacemos mucho, en la influencia de las palabras. En aquello relacionado con los temores, el ego, los recuerdos, anclajes, barreras y definiciones que nos "atacan" sin hacerlo realmente.

No dejes que:

  • Tu pasado te defina.
  • Una etiqueta te describa.
  • Aquella opinión negativa se convierta en realidad en ti.
  • Te dejes llevar emocionalmente frente a las ideas que no son las tuyas.

4. Las palabras en la tercera edad

Trabaja hoy en cómo quieres que te recuerden mañana - Overflow.pe

Trabaja hoy en cómo quieres que te recuerden mañana - Overflow.pe 

Parece que el cerebro ayuda mucho, y su química, que trae a la mente del presente, la mayoría de recuerdos (en condiciones normales de procesamiento biológico de datos), nos trae con esta etapa, palabras de aliento, experiencias aprendidas, significados flexibles, atenciones empáticas.

Puede decirse que sin haberlos puesto en práctica con nuestros hijos, sobrinos o hermanos, tenemos la oportunidad de hacerlo, a favor de nuestros nietos, o de los más pequeños de la familia.

5. Las palabras en los negocios

Habiendo transitado por diferentes momentos de nuestra vida personal, en lo que nos toca: el emprendimiento, las palabras pueden llegar a tener vaivenes impresionantes si se utilizan junto a aspectos clave como el criterio, la empatía, la coherencia y por supuesto, si se respetan la Misión, Visión y Valores de nuestras organizaciones.

Revisa: ¿Tenemos palabras adecuadas para nuestros clientes?

Las empresas son como mini-sociedades, cuyos significados pueden llegar a mostrar que las palabras solo son lo que dejamos que sean, sobre todo porque andamos concentrados en algunos "males poco necesarios" pero interesantes de explorar (no de aceptar) como: ser viciosos del trabajo, vivir rodeados de estrés, enfocarse en no perder el trabajo, someterse a abusos.

Muchos trabajadores, soportan demasiado en sus entornos de trabajo y en casa son otros: inflexibles, poco negociadores, cero empáticos, etc.

Revisa: 10 competencias de los comunicadores eficaces.

Y si bien, los roles también pueden ser contrarios a lo indicado, esto solo demuestra que tenemos la capacidad de derivar las palabras hacia donde deben ir: al viento. El pequeño detalle radica en cómo hacerlo de forma consciente y en espacios de pensamiento positivos.

6. ¿De quién son las palabras?

Desde el punto de vista de la comunicación, las palabras son "activos comunicacionales" que tienen significados diferentes, según el tramo del proceso de comunicación en el que nos encontremos.

Por ejemplo:

  • El emisor, está seguro de su mensaje hasta que el ruido lo distorsiona.
  • El ruido oculta, transforma y perjudica el mensaje
  • Siempre y cuando el receptor, no sea capaz de "quitar lo que no debe estar allí

Sin embargo, muchas veces, nos apropiamos de los significados que no tienen las palabras emitidas, o inclusive, retornamos aportes que corrigen y el proceso de perturbación sucede en el feedback, con el emisor.

Necesitamos, estar alertas del medio, superarlo, detectar nuestras frustraciones, la memoria de conceptos negativos que muchas veces nos acompaña, y soltar libremente, los significados, para que, su adopción, se de, en un proceso frío de diálogo coherente.

Allí, ambas partes, podrán encontrar las mejores pertenencias, para entender que las palabras solo son lo que dejamos que sean.

Escrito por : Sergio González Marín

Director de Overflow Emprende. Consultor Integral e Investigador del Emprendimiento en el Perú. Enfocado en el diseño de estrategias de innovación, marketing y ventas. Asesor de Emprendedores. Escritor y Coach de emprendedores.

Artículo recomendado en Blog Emprendedor

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *