Se dice mucho acerca de la inteligencia emocional como una condición de éxito en las personas, capaz de llevarnos hacia niveles de alta productividad toda vez que, gracias a tenerla desarrollada adecuadamente, adquirimos la capacidad de reconocer, entender y gestionar nuestras propias emociones, así como las de los demás.
Y es en el contexto del emprendimiento, que esta habilidad puede ser crucial para manejar situaciones de estrés, tomar decisiones acertadas y liderar equipos de manera efectiva y por ello, resulta vital conocerla.
Inteligencia emocional (IE): ¿Cómo aplicarla al emprender?
¿Podemos mejorar este tipo de capacidades si se trata de la inteligencia emocional para el emprendimiento? Esa duda nos lleva a la revisión de sus componentes y del "entrenamiento" que podríamos asumir en modo "autogestión".
- Autoconciencia: el primer paso para el éxito.
- Autorregulación: mantén el control.
- Motivación: el motor del emprendimiento.
- La inteligencia emocional enfocada en los demás.
a. Empatía: comprendiendo a los demás.
b. Habilidades sociales: construyendo redes efectivas. - Aplicando la inteligencia emocional en el día a día.
- Conclusiones importantes para emprendedores.
1. Autoconciencia: el primer paso para el éxito.
El quehacer emprendedor está lleno de momentos en donde podemos ser "expulsados" desde nosotros mismos, se trate de situaciones que podemos o no controlar. Puede que un día una persona nos haga explotar, y al día siguiente la misma persona nos lleve al cielo de la paz empresarial. ¿Nos podemos llegar a conocer a nosotros mismos y hacer algo positivo con esa información? ¡Claro que sí!
La autoconciencia es la capacidad de reconocer y comprender nuestras propias emociones.
Para un emprendedor, esto significa ser consciente de sus fortalezas y debilidades, así como de sus reacciones emocionales en diversas situaciones. Un emprendedor con alta autoconciencia puede:
- Identificar momentos de estrés y actuar para mitigarlos.
- Reconocer sus limitaciones y buscar apoyo cuando sea necesario.
- Mantener la confianza en sus habilidades, sin caer en la arrogancia.
¿Vives el emprendimiento a diario? Te sugerimos revisar este aporte: Autoevaluarnos como emprendedores: 10 mediciones (overflow.pe)
2. Autorregulación: mantén el control
El caso anterior con el cual presentamos el primer componente de la inteligencia emocional para emprendedores nos lleva directo a compartir ahora que la autorregulación implica la capacidad de gestionar y controlar nuestras emociones de manera efectiva.
El quehacer de directores, gerentes y mandos medios en el intento de gestionar personas puede hacer que las emociones se disparen y el comportamiento no coincida con todo lo aprendido y con toda la experiencia. Por ello, mantener el control es un desafío, un aprendizaje por adquirir y parte de la inteligencia emocional.
Los emprendedores que dominan esta habilidad pueden:
- Mantener la calma en situaciones de alta presión.
- Adaptarse rápidamente a los cambios y desafíos.
- Evitar decisiones impulsivas que podrían ser perjudiciales para el negocio.
No está demás conocer más sobre el estrés laboral y para ello te recomendamos: Estrés laboral: 6 claves para combatirlo (bienyfeliz.com)
3. Motivación: el motor del emprendimiento
¿Quién motiva al motivador? Se nos ha ocurrido preguntar antaño en reuniones de formación con mandos medios para revisar cómo gestionan la motivación en los negocios. Y muchas veces hemos encontrado que el principal luchador o luchadora contra la desmotivación es justamente el dueño del negocio.
La inteligencia emocional incluye a la motivación, en el caso de los negocios, como intrínseca y fundamental para los emprendedores. Aquellos con alta inteligencia emocional están más motivados por objetivos internos, como el crecimiento personal y la realización, en lugar de recompensas externas, sin embargo, evaluar que lo exógeno motiva más no es un mal camino.
En este caso, "no hay ni bueno ni malo", lo que necesitamos es alcanzar estados de motivación que nos ayuden en el espacio empresarial que suele ser como siempre decimos: "crudo y duro".
Alcanzar las emociones que nos hagan sentir la motivación ayudan a:
- Mantener un enfoque a largo plazo, incluso cuando enfrentan obstáculos.
- Fomentar una actitud positiva y resiliente.
- Buscar constantemente mejorar y aprender.
Muchas veces motivarte es la única opción, te recomendamos leer: La productividad no es opcional – Jugo de Limón (jugodelimon.com)
4. La inteligencia emocional enfocada en los demás
La empatía y las habilidades sociales son dos enfoques de cómo el emprendedor puede gestionar la inteligencia emocional en su relación con los demás.
a. Empatía: comprendiendo a los demás
La empatía es la capacidad de entender y compartir los sentimientos de los demás. En el ámbito del emprendimiento, ser empático puede ser una herramienta poderosa que te ayude a construir un equipo verdadero, algo muy distinto a un grupo reunido por intereses personales.
Empatizar, te ayuda claramente a:
- Construir relaciones sólidas con clientes, socios y empleados.
- Resolver conflictos de manera efectiva, comprendiendo las perspectivas de todas las partes involucradas.
- Crear un ambiente de trabajo positivo y colaborativo.
b. Habilidades sociales: construyendo redes efectivas
Las habilidades sociales son esenciales para cualquier emprendedor que desee establecer y mantener relaciones sólidas. Son conocidas también como "habilidades blandas" o "habilidades interpersonales".
En los negocios destacan:
- El efecto del liderazgo en el quehacer de los equipos.
- Capacidades para inspirar y motivar personas.
- Negociar acuerdos beneficiosos con proveedores y socios.
- Comunicarse de manera clara y persuasiva, tanto interna como externamente.
5. Aplicando la inteligencia emocional en el día a día
La inteligencia emocional no es solo una teoría, sino una práctica que debe incorporarse en las actividades diarias del emprendedor.
Algunas estrategias para aplicarla incluyen:
- Practicar la autoconciencia mediante la meditación o la reflexión diaria.
- Desarrollar la autorregulación estableciendo rutinas y hábitos saludables.
- Mantener la motivación a través de metas claras y significativas.
- Fomentar la empatía escuchando activamente y mostrando interés genuino por los demás.
- Mejorar las habilidades sociales mediante la participación en redes de emprendimiento y eventos de la industria.
6. Conclusiones importantes para emprendedores
La inteligencia emocional es una herramienta invaluable para cualquier emprendedor y lo es para cualquiera de las etapas por las cuales puede atravesar, cada una con exigencias distintas y necesidades de aportar la mayor energía posible.
Este tipo de inteligencia resulta un diferenciador en los emprendedores que logran en forma real liderar sus propios negocios, dirigirlos, administrarlos y aprender en el camino, sin dejar de ejercer como humanos, susceptibles de errores y aciertos.
Al desarrollar este tipo de habilidades nos convertiremos en emprendedores capaces de asumir nuestro rol en la complejidad del escenario de los negocios y así mostrar el rumbo adecuado a quienes nos observan y siguen en nuestros equipos.
Recordemos que, los niveles de inteligencia emocional del líder parten la mayoría de las condiciones que calificarán al entorno de trabajo como más saludable y productivo.
Inteligencia emocional (IE): ¿Cómo aplicarla al emprender?
Escrito por: Sergio González Marín
Director de Overflow Emprende. Consultor Integral e Investigador del Emprendimiento en el Perú. Enfocado en el diseño de estrategias de innovación, marketing y ventas. Asesor de Emprendedores. Escritor y Coach de emprendedores.
Fecha: 05/06/2024