Cuando hablamos de cumplir lo que prometemos, y hemos analizado bien lo que prometimos antes de hacerlo, estamos a punto de definir un camino de cumplimiento que nos diferenciará del resto de personas que prometen por prometer ya que el nuestro estará marcado por el compromiso con esa promesa.
Obviamente, pueden presentarse complicaciones de camino, situaciones inesperadas que te pongan contra la pared, hechos que no conocías o que sean negativos, desbalances que te dejaron ver que tu razonamiento estuvo fuera de lugar. Pero si ese no es el caso, llevar cada propuesta de acción a su término, mostrando disciplina y enfoque en cada etapa es lo que toca a un emprendedor.
Cumplir lo que prometemos, un tránsito lleno de retos y construcción de valor
Considera algo importante para ti: en el camino de concretar una promesa, debes cumplir primero contigo mismo y serte leal a ti y a todo lo bueno que puede significar eso, si te ves envuelto en algo que no suma a tu persona o a tu negocio, entonces, revísalo.
Cumplir con lo que nos proponemos y mantener nuestra palabra es una cualidad que define a los emprendedores exitosos. No se trata solo de hacer bien nuestro trabajo, sino de construir confianza y reputación a lo largo del tiempo, como lo dijimos, comprometiéndonos.
A continuación, exploramos cómo esta actitud impacta diferentes áreas de un negocio:
1. Empezar y terminar un proyecto de negocios con todo el equipo o con todos los socios iniciales
El caso de los proyectos nos exige cumplir lo que prometemos en las definiciones de equipo y en los lineamientos de trabajo y por supuesto combinar ambos aspectos: las tareas y los objetivos, no es tarea fácil, sobre todo en el inicio de las operaciones.
Suele ocurrir que en las etapas iniciales el estrés, el enfrentamiento a la curva de aprendizaje y la falta de liderazgo o sostenimiento pueden explicar rupturas de compromisos, caídas en las intenciones y por lo tanto espacios de inactividad.
El entusiasmo puede ser muy sincero pero no todos están preparados para autogestionar su desempeño sobre todo si la afectación puede tocar algunos puntos sensibles o que no deberían tocarse, como, por ejemplo, el compromiso económico si es asumido por socios y complejo al mismo tiempo.
Cuando el proceso fluye con cierta normalidad, incluyendo lo que se espera a nivel de riesgos, la persistencia y la capacidad de superar los desafíos son clave para dar el cierre esperado, sin embargo, debe existir el suficiente nivel de comunicación y honestidad en cada etapa previa.
Ser valioso en el mercado, supone brindar seguimiento constante al avance y sostén a todo el proyecto siempre y eso pasa por evitar el riesgo de posponer decisiones clave, generar retrasos y afectar la percepción de tu compromiso a cargo del proyecto (por ejemplo, cuando solo velas por tus intereses).
Mantén la comunicación fluida con tu equipo y asegúrate de contar con los recursos adecuados antes de comenzar y piérdete en el entusiasmo por lograr tus metas.
2. Alcanzar metas de ventas en tu negocio
En el campo de las metas de ventas existe mucho por resolver en la mente de un equipo comercial y también respecto de nuestro liderazgo cuando pensamos en cumplir lo que prometemos y la razón es simple, no aprendemos (a veces hasta ni lo queremos) entender que vender necesita interiorización, postura y un compromiso clave: la creencia de que el resultado depende en el 99.99% de nosotros.
Se confunde la definición de un objetivo de ventas desde la mirada financiera, del presupuesto o de la cuota repartida en el equipo, con el rol de cada quien respecto de su propio compromiso y desempeño. Por ejemplo, sabemos que es posible mejorar las ventas receptivas con 7 acciones de éxito que necesitan compromiso.
Un equipo que mantiene la creencia es porque ha sido inyectado de la misma y confía en sí mismo para cumplir y llegar sin preocupaciones a la meta final. Es especialista (ejerce como tal), no se distrae, aprende, consolidad y enseña. Adopta, prueba, establece la práctica y la mejora, compartiendo propuestas durante el camino, no antes y con resultados a la mano.
Por supuesto que debe serse realista y ajustar capacidad operativa del negocio con lo que podemos prometernos en la reunión para definir cuánto venderé, pero el compromiso principal es con uno mismo, siempre ha sido y será así al ejercer la profesión de vender.
Revisa periódicamente los indicadores de rendimiento y ajusta la estrategia si es necesario para no quedarte atrás. Además, capacita a tu equipo para enfrentar posibles obstáculos y cambiar de enfoque rápidamente si el mercado lo exige.
3. Encontrar al nuevo integrante del equipo que falta
Como equipo y en relación al nuevo integrante que sabemos se va a seleccionar, la acción que nos toca ejercer es ser empáticos, coherentes y sumar frente al proceso, ya que no siempre colaboramos de forma directa, pero tarde o temprano si se trata de cumplir lo que prometemos debemos tener claro que el clima laboral y cómo aportamos al mismo, marca la diferencia.
Cada negocio necesita de personas comprometidas para lograr sus objetivos y no son solo “los nuevos” los que debemos mostrar ese perfil de motivación.
La promesa por resolver la ausencia de un puesto de trabajo debería plantearse, además, de forma muy clara desde el más alto liderazgo, comunicarse oportunamente, definirse con exactitud y no desarrollarse si existen incongruencias con el organigrama, complejidades interiores respecto de quién lidera qué, y sobre todo duplicación de acciones.
Contratar a la persona correcta puede requerir tiempo y paciencia y una estrategia sólida como la selección inmersiva de capital humano. Evita acelerar el proceso por presión, ya que un mal reclutamiento puede afectar la productividad y el ambiente laboral. Invierte en entrevistas detalladas y busca referencias para asegurar que el candidato se alinee con la cultura y objetivos de la empresa.
4. Buscar ese proveedor que necesitas
Los proveedores son un pilar esencial para el buen funcionamiento del negocio. Cumplir con la promesa de identificar y asegurar al mejor proveedor no solo optimiza la operación, sino que demuestra una gestión profesional, generando estabilidad para el crecimiento empresarial.
Toma en cuenta la importancia de negociar términos claros desde el inicio, incluyendo tiempos de entrega y calidad de los productos o servicios. Mantén siempre una lista de proveedores alternativos, ya que depender de un solo proveedor puede ser riesgoso. Evalúa su desempeño periódicamente y establece acuerdos que fomenten la cooperación a largo plazo.
En este aspecto al cumplir lo que prometemos debemos trasladar dicha máxima también al proveedor sin duda alguna, y evitar caer en flexibilidades que no vienen al caso.
5. Cerrar acuerdos que impulsen la expansión
Las alianzas estratégicas impulsan el crecimiento y cuando hemos “firmado” una cumplir lo que prometemos es vital.
Pueden existir muchos tipos de acuerdos con negocios de diferentes tipos, que atienden mercados similares, iguales o complementarios y todos y cada uno merecen de nuestra parte asumislos como lo que deben ser: un GANAR – GANAR.
Algunas veces, como emprendedores nos equivocamos en las actitudes, pensando que las alianzas son “siempre a nuestro favor” cuando en realidad debemos apostar y avanzar como aliados de éxito conjunto y ello supone un aporte conjunto equitativo también.
Cada fase previa de negociación se construye para incrementar credibilidad y viabilidad junto con nuestros futuros socios y futuras oportunidades. Considera que es esencial ser transparente en la comunicación y no prometer más de lo que se puede cumplir.
Un acuerdo mal estructurado puede traer más complicaciones que beneficios. Ten claridad en los objetivos de cada parte y mantén una mentalidad flexible para adaptarte a las circunstancias cambiantes durante la negociación.
6. Desarrollar productos de calidad dentro del plazo previsto para el lanzamiento de los mismos
El lanzamiento de productos nuevos es una de las actividades clave de cualquier empresa que sabe que los mercados aman las novedades o las mejoras constantes de nuestra especialidad en términos de promesa de marca y satisfacción de necesidades.
Cumplir lo que prometemos en este importante campo puede exigir de nosotros en: diseño de empaques, compromisos de cuidado al medio ambiente, procesos de producción respetuosos de derechos laborales, materiales no tóxicos, tiempos de entrega, y niveles de satisfacción de los clientes como los más destacados hoy en día.
Cuando nos comprometemos a lanzar un producto de calidad en una fecha específica y lo logramos, no solo cumplimos, sino que superamos expectativas, convirtiéndonos en una empresa que inspira confianza.
Toma en cuenta la importancia de planificar con antelación, incluyendo tiempos de prueba y posibles contratiempos. Asegúrate de contar con la capacidad técnica y humana para no comprometer la calidad por cumplir con el plazo. Prioriza el control de calidad y realiza ajustes rápidos si surge algún problema durante el desarrollo.
7. No quedarte sentado si vas por el éxito
Tras la llegada de la innovación, de la inteligencia artificial y el crecimiento de Internet, ya no cuenta quedarse esperando a que las cosas sucedan para cumplir lo que prometemos en todos los aspectos de la gestión de un negocio, como, por ejemplo, la dirección estratégica que nos enfoca hacia el éxito del mismo.
Y es que ese éxito no llega a quienes esperan pasivamente. Hacer lo que prometemos significa ser proactivos y avanzar, incluso ante la incertidumbre. No quedarse sentado implica tomar decisiones, asumir riesgos y ejecutar cada acción que acerque a la meta, demostrando que el compromiso se refleja en cada paso dado.
Toma en cuenta que la inercia es uno de los peores enemigos del emprendimiento. Evalúa continuamente tus avances y no temas realizar cambios en tu estrategia cuando sea necesario. Rodéate de personas que compartan tu entusiasmo y sé consciente de cuándo delegar para mantener el impulso en cada área del negocio.