Cómo instalar hábitos productivos en tu vida: 5 metas

Cómo instalar hábitos productivos en tu vida: 5 metas

Instalar hábitos productivos en tu vida: Aprende cómo lograrlo más allá de saberlo. Alcanza la adquisición de competencias y capacidades que te eleven al éxito.

¿Has perseguido con mucho interés tener hábitos que mejoren tu vida sin lograrlo? ¿Te es difícil concentrarte, empezar y terminar algo, aprender a pensar a detalle o saber cómo estructurar una idea de negocio ágil?

Muchas personas encuentran barreras para lograrlo porque piensan de forma directa y exclusiva en el objetivo y no en fortalecer "el paso previo" que los lleve a poder cumplir ese objetivo y todos los demás.

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Instalar hábitos productivos en tu vida

El deseo de aprender cómo instalar hábitos productivos, nos conduce a lo largo de un camino diverso con un mayor número de deseos: alcanzar la felicidad, sentirse satisfecho con la vida, ser coherente, pensar en los demás, pensar en uno mismo, obtener mejores resultados, nutrir de rendimiento nuestro quehacer diario, cumplir con responsabilidades, honrar promesas, etc...

El punto clave es centrarse en el proceso de la instalación para lograr todo lo anterior:

  1. Reconoce la dimensión interna y relevante de tu potencial en la vida.
  2. Anota las motivaciones correctas.
  3. Puedes vivir en el "prueba-error" para conocer tus nuevos o futuros hábitos.
  4. Celébralos una vez adquiridos.
  5. Compártelos y enséñalos para afianzarlos.

1. Reconoce la dimensión interna y relevante de tu potencial en la vida

Somos seres interiores buscando interconectarnos con múltiples desafíos día a día.

Pensamos en la dimensión interna de nuestra vida, y en todo el potencial que supone para nosotros, tomar acción, cuando examinamos la diferencia entre instalar (abordar un proceso de adquisición, su progreso y seguimiento) y el resultado, que entre muchas opciones podría relacionarse con alcanzar metas, vencer desafíos o superarse a si mismo.

Instalar hábitos productivos tiene que ver, en este análisis, con "fijar aquello que contribuirá a mejorar mi estilo de vida y crear impacto a mi favor y para los demás".

Para lograrlo, siempre necesitaremos trabajar en ese potencial que se despierta y desarrolla en el espacio interior, para aprender a mostrarse en el exterior, y alcanzar forma, enfoque, propósito y por supuesto, al final del camino: resultados.

Como emprendedores, afrontar una labor como esta, necesita hacerse como íntima, personal y concreta.  Para poder "instalar" cualquier buena costumbre en nuestro ser, se necesita tiempo y convicción, además de otras energías emprendedoras.



2. Anota las motivaciones correctas

Instalar hábitos productivos significa que, para lograrlo, atravesaremos un proceso que para algunos puede ser tenso y generar conflictos y para otros, imprescindible y plagado de felicidad.

"El paso que sigue" o el encuentro del "callejón sin salida" va a depender de cómo afrontamos la duda, el vacío o la insoportable felicidad de vernos a nosotros mismos crecer, a menos que se trate de una felicidad que te siga impulsando.

Necesitas de la motivación adecuada para filtrar primero, qué hábitos te ayudarán, cuáles se identifican mejor contigo, tu entorno y necesidades básicas e ideas autoconstructivas y cuáles podrían potencializar tus pasiones, intenciones y objetivos.

Luego, si ya tienes claro qué te impulsa y con qué valores, podrás elegir cuáles hábitos te interesa trabajar. No olvides identificar el "hasta donde quieres llegar con la instalación de cada hábito".

No es una labor que funcione, de la noche a la mañana, así lo hagas por obligación necesariamente, que si es el caso, te consejo que, tras la presión, inmediatamente, le busques tu propia motivación para viabilizar el éxito de tu adquisición.

3. Puedes vivir en el prueba-error para conocer tus nuevos o futuros hábitos

No hay mejor opción que reconocer la diferencia entre pensar y actuar, diseñar y modelar, o imaginar y "ver como en la realidad funciona algo".

Instalar hábitos productivos tiene cierto sonido imperativo, pero debemos ser capaces de apreciar el proceso, vivir en él, hacer nuestra la equivocación y también nuestro, el descubrimiento.

Lo importante es no caer en el letargo, la indecisión, la falta de motivación para seguir o el descrédito de uno mismo, eliminando la empatía con el objetivo o forjando un estado de depresión.

Lo adecuado es tener la autoestima en permanente acompañamiento, como vía de desarrollo a través de la elección de futuros hábitos.

De modo que puedes vivir en la acción de prueba y error, siempre y cuando cuides el entorno, te cuides a ti y seas consecuente con lo que estás buscando.



4. Celébralos una vez adquiridos

Los emprendedores somos, con mucha probabilidad, quienes más celebramos cada uno de nuestros pequeños pasos, tras el logro. Y en el caso de instalar hábitos productivos, si bien muchas veces, el día a día, nos hace olvidar este pequeño detalle: es importante celebrarlos.

¿Cómo nos damos cuenta que ya adquirimos un hábito productivo?

  • Cuando los resultados comienzan a aparecer.
  • Al fluir frente a algo que antes nos generaba bloqueos.
  • Cuando nuestro modo de pensar cambia, respecto del proceso que antes no nos atraía.
  • Cuando nos emocionamos con todo lo que nos ha costado adecuarnos a un nuevo quehacer productivo.
  • Al romper la pérdida de tiempo, el desbalance, la angustia, entre otras afectaciones habituales en la ausencia de hábitos que alienten la productividad.

Celebrar una adquisición de este tipo, ayuda a la valoración, y es un paso de liderazgo para que los demás, se motiven a seguir su propio proceso para instalar hábitos productivos en sus vidas.

5. Compártelos y enséñalos para afianzarlos.

Vivir significa dar lo que tenemos. Al mismo tiempo, sabemos como seres humanos que el aprendizaje se afianza cuando existe enseñanza de por medio. De modo que compartir y enseñar, son dos procesos muy importantes para escalar los hábitos productivos.

Cuando llegamos a esta etapa en el checklist de cada hábito cultivado, podemos elegir más para nuestro desarrollo. Y allí está la clave de una especie de paciencia con nosotros mismos, que tendrá frutos.

Un emprendedor como tal, es un dador de emociones positivas, creencias millonarias, métodos de gestión, liderazgo y muchas cosas más, pero en el fondo, necesita ser también un instalador de hábitos productivos en su equipo y en todos sus entornos.

¿Se imaginan comunidades plagadas de este proceso? 🙂

Cómo instalar hábitos productivos en tu vida: 5 metas

Escrito por : Sergio González Marín

Director de Overflow Emprende. Consultor Integral e Investigador del Emprendimiento en el Perú. Enfocado en el diseño de estrategias de innovación, marketing y ventas. Asesor de Emprendedores. Escritor y Coach de emprendedores.

Fecha: 30/04/2022

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