Canjes y trueques en la nueva economía: 5 claves

En economías donde lo formal y lo informal se combina, el canje y el trueque han sido soluciones planteadas entre vendedores y compradores, desde hace muchísimos años atrás, utilizadas por empresas y personas, sobre todo para poder avanzar con el presupuesto en contra.

Un canje supone un intercambio en el que una de las partes paga con algo intangible y la otra con algo tangible o ambas mediante servicios.

Ejemplos:

• Un mueble por un servicio de diseño web para la mueblería.
• Servicios educativos para los niños de los trabajadores de una diario, a cambio de avisaje.

En un trueque, participan dos objetos con el fin de ejecutar un intercambio que siempre es tangible.

Ejemplos:

• Te cambio un vestido por otro vestido.
• Una laptop usada por una bicicleta.
• Te doy un gorro de estilo por una casaca muy bonita.

El canje entre empresas y proveedores ha sido muy utilizado en Latinoamérica, por muchas razones como por ejemplo:

• Obtener el cliente y dar un salto de fama, al añadirlo en su lista.
• Canjes centrados en productos de primera necesidad, algo que tarde o temprano siempre se consume.
• Intercambios donde una de las partes prefiere evitar un gasto y aportar trabajo.

Lo importante de este tipo de acuerdo es que el alcance del servicio y/o producto canjeado esté bien definido entre ambas partes, que no surjan "adicionales por que se trata de un canje" y de preferencia, el acuerdo esté firmado y sea, por consecuencia, formal.

Las malas experiencias en el uso de esta figura, abundan y de una y otra parte, proceder mal también puede ser habitual: No entregar a tiempo, incumplir en absolutamente todo, disminuir lo ofrecido por que al final "no me salió rentable", etc. son asuntos que no deberían ocurrir.

En este Mercado del Trueque el gobierno del Estado de México intercambia productos reciclables por comida, el segundo domingo de cada mes. Una iniciativa estatal que podría funcionar en todo el mundo, en este preciso momento, solucionando al distanciamiento social y visitando casa por casa. El vídeo es del 10 de septiembre de 2019. Sin duda una excelente experiencia que debemos tomar en cuenta.

Los trueques son muy interesantes porque de algún modo entramos en la definición del valor emocional de las cosas, una especie de precio emotivo que puede inclusive subir de improviso en plena negociación.

La solución más práctica de todas, en este ámbito es trocar la misma categoría de productos entre ambas partes, de modo que es mucho más fácil evitar ese "plus" emotivo o por lo menos, no impactará tanto por que ambas partes podrían "manifestarlo".

Aún así el trueque entre personas no es una mala idea, ya que algunas veces nos encontramos con personas que quieren trocar al estilo del canje, "regalando" objetos a cambio de ayudarles en algo o por el solo hecho de liberar la casa y respirar mejor.

Intercambiar un objeto por otro funciona mucho en aplicaciones de internet como Mercado Libre, Grupos de trueques en facebook y sobre todo a la antigua: con los amigos.

En cuanto al canje, el aporte de esta forma de trabajo tiene que ver con los presupuestos no gastados, los costos en los que no se incurre y el flujo de trabajo que se mantiene, lo que permite obtener beneficios.

Solo cabe identificar si es claro que ambas partes obtendrán beneficios, ya que se trata de una situación donde el intercambio no necesariamente es valorable e al mismo precio, pero si ambos puntos son resueltos, habrá éxito en ambos lados del negocio.

En el caso del trueque, éste puede satisfacer necesidades de corto plazo, relacionadas al producto o servicio que no puedo obtener con dinero, avances en objetivos personales que gracias a lo trocado puedo lograr.

En los trueques también es importante verificar si existe un beneficio real, solo que revisando el objeto en si mismo, su calidad, durabilidad estimada y necesidad, además de cómo encajará en nuestra vida.

En ambos tipos de transacción sin dinero, los participantes negocian en términos del valor de sus aportes (canje) o de sus objetos (trueques).

Mucho hace, a favor del éxito de este tipo de negociación, la confianza o empatía que se pueda lograr.

Canjes y trueques pueden ser confundidos entre sí, mal interpretados, o mal recibidos cuando se proponen mal o la parte que los ofrece como alternativa, reserva demasiados beneficios para sí.

No confundir con un acuerdo de aportes de trabajo, materiales u otros elementos como parte de una alianza para atender un pedido, ya que eso se considera un proceso de asociatividad y no un canje.

Ahora bien, para responder esta pregunta, diremos que en principio estas alternativas no están contempladas para acuerdos donde por ley o fuerza mayor, el dinero es lo que se requiere, pero si creo que mucho hará la posición entre las partes.

Quizá uno de los excluidos sea el Estado, pues no creo que acepte que le paguemos impuestos con nuestras pertenencias, aunque existen los procesos de liquidación de bienes en el caso de cobranzas coactivas de tributos no pagados, lo que en el fondo... ¿Es como un canje forzado no crees?

La economía de las personas y las empresas en general siempre utilizan este tipo de fórmulas de alguna manera.

Cuando la economía entra en hiperinflación, las personas activan los trueques para diversificar el consumo. Esta realidad se vive en Venezuela, pero, si la situación actual se agrava por falta de oferta, reducción del empleo y otros factores, el resto de países de Latinoamérica, podría comenzar a ver esta realidad en mayor medida.