¿Vale la pena emprender con la familia?

El emprendimiento familiar es la primera realidad de muchísimos emprendedores cuando empiezan el camino de poner en marcha sus negocios. Y no podría ser de otra manera.

Entre los puntos a favor están:

• Muchos préstamos familiares van sin intereses o con costos muy bajos.
• Mucho trabajo de familiares tienen costos muy bajos o no los tienen.
• Si existen buenas relaciones, eso aporta muchísimo al negocio.
• Si se prioriza la salud económica, financiera y de liquidez del negocio y la familia lo entiende.
• Por alguna razón las expectativas son más elevadas y por lo tanto los niveles de exigencia movilizarán más rápido hacia el éxito económico.
• La energía familiar necesaria para impulsar una idea de negocio puede llegar a ser muy fuerte.

Entre los puntos en contra podemos mencionar:

• Si las relaciones familiares se dañan, eso influye negativamente en tu negocio.
• Pueden confundirse los roles familiares con los roles dentro del negocio.
• Si se utiliza el negocio como fuente de distracción.
• Si no se puede salir de una etapa de subsistencia.
• Si existen peleas por manejos de dinero con visión empresarial.
• Si se considera que trabajar juntos puede estar sujeto a flexibilidad exagerada.
• El sentimiento de fracaso en la familia puede convertirse en algo muy determinante para cerrar.

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La familia suele ser un juez muy severo cuando de hacer empresa se trata, además, conoce mejor de cada uno de sus integrantes, más que muchos de nuestros amigos o "postulantes a socios" que elijamos.

Aún así, existen familias que se enfocan y buscan trabajar de forma separada los temas del negocio, creando una especie de división o separación. En algunos casos, el efecto se torna emocional y afecta al lado familiar. En otros, los objetivos en ambos escenarios se cumplen.

Por ello es importante el diálogo fraterno y la exposición directa de escenarios en blanco y negro, para que los miembros de una familia, con todo y sus diferencias, puedan reunirse a hacer empresa. Esto no significa, sin embargo que al momento de administrar las acciones y pensamientos del quehacer empresarial no valga la pena tomar en cuenta lo que nos une como familia.

Como venimos explicando, cada familia tomará en cuenta su historia, sus características y emociones para tomar la mejor o la peor decisión. Las variables están allí para aprender y mejorar desempeños y resultados.

Muchos escenarios emprendedores se han visto afectados por problemas familiares más que por problemas de mercados o del manejo o gestión del negocio en sí.

¿Es fácil superar los problemas familiares que afectan dentro del emprendimiento? De ninguna manera.

Sin embargo, tampoco es algo que no pueda lograrse, pues se trata finalmente de la familia y se entiende que asuntos como el perdón, resolver malos entendidos, reactivar las buenas relaciones y aprender de la experiencia es algo más viable entre familiares.

Así que entiendo que puede llegar a manejarse con éxito y salir ganando con nuevas capacidades por consolidar además de aprendizajes que comenzarán a notarse en una mejor forma de gestión del negocio familiar.

Pero si nada se resuelve, y el negocio tiene un gran componente familiar, es importante considerar resolver primero en casa, lo que haya que resolver, sobre todo, para no "comunicar" que por ser familia, "las cosas andan de mal en peor" ya que eso no conviene a nadie.

Entonces, para sortear las complicaciones que siempre surgen en el emprendimiento la familia se mantiene unida y enfocada en sus objetivos familiares vinculados al negocio todo marchará perfecto.

Es muy posible que las máximas cosechadas en casa, por los abuelos, marquen la diferencia en relación con otras empresas.

El tema es muy importante, sobre todo en Latinoamérica, donde muchas empresas han partido desde la iniciativa familiar o inclusive la han llegado a desarrollar bajo esquemas que potencializan el negocio.

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