Revisar qué competencias nos pueden ayudar a mejorar nuestra capacidad emprendedora, al punto de poder cambiar las reglas de juego de un mundo adverso, encontrar un espacio -quizá hasta obvio- que nadie veía, o cambiar nuestra vida, de una sin destino a una plagada de desafíos formidables, puede ser el punto de partida válido, para emprender con muchísimo éxito.
En este artículo sobre emprendimiento, vamos a revisar mentalmente muchos ejercicios para emprendedores, consejos de empresarios exitosos que sin duda se convertirán en consejos para emprendedores jóvenes y de cualquier edad.
Con todo lo anterior claro, entonces... ¡Vamos a conquistar el mundo del emprendimiento!
1. Ímpetu a "prueba de balas"
Es cierto que muchos emprendedores lo logran después de varios intentos, de aprendizajes acumulados y de pruebas sucesivas, a veces muy duras, a veces desgastantes.
Pero el punto no es ese porque hoy, los emprendedores, están siguiendo modelos de acción más eficaces y eficientes, y adquiriendo un mayor número de competencias emprendedoras para la resolución de problemas.
Al mismo tiempo esta condición de "terquedad emprendedora" escapa de una que no apunte a nada, caracterizada sólo por "tener ganas de lograrlo", implica adquirir, en cada caída, la voluntad de seguir adelante y renovar "la carga de las pilas" en cada ocasión.
Jamás olvides que para mantener ese nivel de "deseo inteligente", requieres nutrir tu cerebro, tanto de buenos pensamientos y motivaciones como de la mejor calidad de alimentación.
2. Mente abierta y entendimiento del cambio
La mayoría de los emprendedores interpretan estas dos condiciones con la palabra flexibilidad, sin embargo, necesitamos ir más allá y concretar esta flexibilidad, tanto dentro - a nivel del control emocional- como fuera, con nuestras acciones.
La mente abierta nos va a servir mucho para entender que el cambio es una de las "rutinas" más poderosas que la humanidad ejecuta, y que inevitablemente, formamos parte de esa "dinámica" que necesitamos apreciar y aceptar.
Los ciclos de tranquilidad siempre estarán rodeados de efervescencia. Las normas, pueden ser revisadas, las apreciaciones, necesitan cambiar, nuestra visión por supuesto que también.
Abrir los pensamientos a más posibilidades, nos ayuda a aliviar el estrés, reducir la presión, expandir y diluir las limitantes - muchas veces "mentales"- que la falta de certeza nos puede instalar, por cuenta propia.
3. El don de la palabra coherente
En un mundo emprendedor, no basta ya con ser un buen comunicador, porque esa condición única, sin sustento, produce "cascarones delicados que se rompen".
Para resolver necesitamos ejemplificar, liderar con hechos y practicar la coherencia.
Como emprendedores, vamos a cambiar el mundo con las palabras, al vender nuestras ideas, pero no lo lograremos si no practicamos lo mismo que promovemos, o si concebimos para los demás, todo tipo de retos, y nosotros, nos "achicamos" frente a los mismos desafíos.
Sin duda no comunicarse o comunicarse mal, es un problema grave, pero hacerlo y no sostenerlo, es peor aún. Por eso es mil veces, preferible, la palabra dura y vigente, que la duda ante cualquier palabra que salga de tu boca, por más bella que sea.
En cualquier posición que te toque cumplir, al emprender, aún en aquellas que te pongan contra la "espada y la pared" vas a necesitar tener a la mano la clave de tu propio comportamiento, para que, cuando describas algo, lo hagas con el mayor conocimiento de causa, experiencia y determinación.
4. Aprender a gestionar la organización de tu tiempo disponible
¿Realmente crees que cuenta con ser organizado nada más? Lamento decirte que no. Ser organizado es tan solo, una parte de la fórmula para lograr que todo lo que deseas hacer, lo logres hacer.
La segunda parte de la fórmula eres tú mismo, y como emprendedor, necesitas ser consciente que, el primero que será tentado, para cambiar un plan eres tú.
Así que asignar tareas a cronogramas, es importante, pero lograr cumplirlas gestionando el día a día - que te impone temas urgentes o importantes- se considera el nivel adecuado de esta competencia.
Te aconsejamos tomar en cuenta: tiempo para tareas inamovibles, tiempo libre para ti y tu familia, tiempo para la flexibilidad y tiempo para resolver lo que no salió bien "a la primera".
5. Aceptar, enmendar y aprender de los errores
Dos asuntos previos son importantes para adquirir esta competencia de una forma coherente.
- Para luchar contra el error, necesitas aceptar que es habitual, normal y muy humano.
- Para resolverlo es importante que lo aceptes también como fuente de aprendizaje.
El fracaso es algo que va a exigirte un método ágil para encontrar la paz, recargar energías y volver sobre lo actuado para explorar, entender, sistematizar y apreciar qué "pieza del rompecabezas" no encajó bien.
Algo que muchos emprendedores pasan por alto, es que además, necesitas bajar el ego cuando los demás señalen tus errores, enfocarte en la solución, y mostrar integridad para seguir adelante.
6. Valorar la aversión al riesgo
Una vez tuve que decirle a un colaborador, que era "muy fácil arriesgarse con el dinero de otro" lo que determinó apreciar y entender cuál era el nivel por encima del cual, no estaba dispuesto a arriesgarme.
Aún así, ocasiones no me han faltado para arriesgar al máximo, en espacios donde mis niveles de confianza me han respaldado.
La aversión al riesgo es algo consciente o inconsciente que va a determinar qué piensas y cómo actúas al respecto de aquello sobre lo que necesitas caminar, pero sin saber cómo o "con las luces apagadas".
A veces, a pesar de que puedas haber desarrollado competencias en el plano de la investigación o tengas un nivel elevado de experiencia en algo, el mercado te podría negar más información y entonces tendrás que enfrentarte a momentos en los cuales, deberás aprender a tomar decisiones sobre riesgos.
7. Convertirte en un especialista enfocado en la investigación
No entiendas la "especialización" como un curso de elevado nivel y gran duración, luego del cual, tendrás un "cartón" que lo certifique.
Un emprendedor debe adquirir muchas especializadas para lograr gestionar su negocio con la máxima eficacia y eficiencia.
Aquí algunas:
- Especializado en entender a los clientes de su sector.
- Entender cómo se gestan las relaciones con proveedores.
- Apreciar el comportamiento de la competencia.
- Cómo se desarrolla el mercado laboral vinculado.
Y para lograrlo, el asunto va más allá de "tener olfato" o de leer la sección negocios de los periódicos. Necesitas salir, conversar, verlo tú mismo y tomar notas, aprender, desaprender, leer sí, pero con acuciosidad.
La investigación, tómalo en cuenta, tiene muchos métodos, fuentes, formas y colores.
8. Desarrollar la mejor condición física para recargar la energía emprendedora
No he encontrado mejor definición para aludir al hecho de lo que necesitarás para: pasar por alto, eludir, eliminar, disminuir y volver a motivar, para superar bloqueos, barreras mentales y la propia extinción de tus intereses.
Muchos emprendedores se cansan, descansan y olvidan reconectarse con la dinámica del emprendimiento, sobre todo, cuando están en las etapas de siembra o en solitario, iniciando un negocio.
El tiempo puede aparecer como concepto claro, después de semanas de verte obligado a no detenerte, y muchos, valoran tanto el "desgaste físico" que no se dan cuenta que no tiene sentido, ni para el rendimiento, ni para la motivación ir por ahí, "sacando pecho" de no haber dormido, por ejemplo.
Está bien enfocarse en que en el mediano o largo plazo lograrás lo que buscas, pero auto destruirse física y mentalmente, sólo va a extender los plazos y alejarte de las metas.
9. Controlar el efecto de la presión en tus decisiones
Vas a sentirte tan solo en algunas ocasiones, frente a tus colaboradores, tu pareja, tus amigos o la familia, que tendrás que sostenerte emocionalmente para lograr acceder a un panorama de tranquilidad.
Son tres los factores que contribuyen a que la presión aturda a un emprendedor:
- No ver venir los problemas o dejar de monitorear el negocio adecuadamente.
- Una vez instalado un inconveniente, desenfocarse al respecto de lo que se necesita resolver o del foco principal del problema.
- No tener clara la importancia del concepto "acción o decisión oportuna".
Luego, la presión aparece, no por que exista en realidad, sino por que, el momento te está pidiendo demasiada concentración, celeridad, examinar múltiples variables, considerar más personas, escenarios y por último, poner en "tela de juicio" hasta tus valores o lo que piensas.
Allí es dónde la condición de control sobre la presión, va a necesitarse más que nunca.
10. Aprender a confiar en los demás para delegar y crecer
Los emprendedores tenemos un problema bien reñido con la confianza y es algo que se dice poco por que quizá revele nuestras taras y limitaciones personales.
Muchos nos hemos mantenido solos, por "no tener alguien como nosotros" al lado y eso es como pretender que puedas "mandar a hacerte un clon a pedido".
Otros emprendedores, desconfían de contratar colaboradores, por que -al buen estilo de la edad media- "les voy a ensañar y se van a independizar o irse a la competencia".
Entre esas dos ideas, muchos emprendimientos, o nunca crecen, o lo hacen por etapas, luego de las cuales decrecen.
Para delegar con tranquilidad y confianza necesitas:
- Confiar en ti mismo y enumerar las formas exitosas de tu desempeño.
- Ser capaz de enseñar para tu propio beneficio, del negocio y de tu colaborador.
- Motivar para que nadie se vaya, al contrario, para que muchos toquen tu puerta.
- Ser consciente que el crecimiento de tu negocio es también una meta que deberás tomar en cuenta.