¿Cómo evitar que el tiempo nos agobie? Si no puedes organizarte con el tiempo disponible que tienes, lo más probable es que el tiempo destruya el nivel de armonía en tu vida.
Para que el tiempo no nos agobie, es importante saber que, si bien es posible administrar el tiempo, necesitamos desarrollar actitudes claras y en constante fortalecimiento frente a su gestión.
Estas competencias nos van a permitir mayores niveles de gestión en cada tarea mientras alcanzamos a reducir el estrés que supone ejecutarlas, si es el caso.
6 actitudes para evitar que el tiempo nos agobie
Contamos con 6 actitudes para evitar que el tiempo nos agobie y podemos implementarlas en nuestra vida para organizar mejor nuestras actividades:
- Conserva tu energía física y mental.
- No procrastinar.
- Tener claro el versus entre urgente e importante.
- Crear listados de actividades.
- Evita el desempeño "automático en modo ilimitado".
- Ejecutar tareas sobre la marcha.
1. Conserva tu energía física y mental
Cuando buscamos evitar que el tiempo nos agobie la primera búsqueda puede centrarse en la motivación como un aliciente de la energía física y mental que como tal, se convierte en una fuente ilimitada para dar soporte a la constante de actividades que puede rodearnos.
- Asumir tareas y producir agilidad en el examen diario de lo que hacemos o dejamos de hacer consume mucha energía física y mental.
- No te siembres bombas en el camino, deja de complicarte la vida "pensando en difícil" o teniendo miedo de enfrentar esa línea con una tarea compleja que miras con demasiado respeto.
- Ayúdate a destruir todo tipo de bloqueos al respecto de actividades desmotivadoras, lentas, tediosas, demasiado coordinadas, exigentes, costosas, entre otras.
Por ejemplo, en el emprendimiento, es importante aprender a gestionar reuniones de trabajo cada vez más efectivas.
Una forma de conservar tu energía está en el punto anterior cuando hablábamos sobre los listados que necesitan tener inicio y final. Lo demás tiene que ver con tu actitud como responsable de conducir la administración de tu propio tiempo.
Necesitamos recordar que una forma de tener el control es reconociendo que podemos detenernos, rediseñarlo todo y volver a empezar cuando nos de la gana.
2. No procrastinar
Sabemos que procrastinar no nos ayuda a evitar que el tiempo nos agobie ya que entramos en un círculo vicioso degenerativo que más bien nos aporta decaimiento. Y es que veces nos dejamos llevar por tentaciones que nos desenfocan, actividades lúdicas que nos desestresan sí, pero que no tienen como centro, alcanzar las metas o resultados que necesitamos enfocar y eso luego "nos pasa factura"
¿Cómo vencer los efectos de la procrastinación en los negocios?
- Organizar el trabajo por realizar dentro de un horario con cierto nivel de flexibilidad y control al mismo tiempo, es una buena idea.
- Asignar bloques de tiempo controlados para las actividades que te ayuden a escapar de la rutina.
- Y respeta aquellas asignaciones de tiempo donde tu prioridad será cumplir responsabilidades.
Si le das un balance adecuado a tu motivación versus tu responsabilidad real, encontrarás que procrastinar es bueno, en cuanto y en tanto no afecte otros espacios de tu vida.
Te recomendamos leer este artículo complementario antes de seguir: Más allá de la planificación y resultados
3. Tener claro el versus entre urgente e importante
Aprender bien cuando ejecutar lo urgente y cuando lo importante, es la más importante de las actitudes que necesitamos desarrollar.
Lo urgente muchas veces puede aparecer como algo por realizar que no necesita excusas y no tiene margen de tiempo para ejecutarse en las mejores condiciones.
Lo importante está vinculado a temas de fondo, vitales y/o estructurales que ponen de relieve nuestra visión y misión.
Para lograr la mejor decisión es importante:
- Definir prioridades.
- Tener claro qué demanda cada alternativa.
- Identificar qué cambiará (el antes y el después) frente a nuestra elección.
- Enumerar los componentes de cada evento sobre los que necesitamos decidir.
- Saber si podemos cambiar el panorama para que las cosas se resuelvan de otro modo.

4. Crear listados de actividades.
Una lista de tareas es importante, y más importante aún, cumplirla.
Cuando la lista te ayuda a visualizar lo importante y lo urgente, a clasificar las dependencias o a poder agruparlas para ejecutarlas en grupos, un listado se vuelve algo dinámico y muy útil.
Añádele colores, marcas, checks, indicaciones de avance y todo lo que te motive a lograr que las actividades anotadas puedan ser tachadas.
Algunos prefieren una simple hoja de papel que doblan en cuatro y portan dentro de su billetera.
Otras personas prefieren una pízarra acrílica lo que torna el proceso un poco más libre y artístico (puedes dibujar).
Y los más clásicos optarán por anotarlo todo en una agenda, de modo que la asignación de tiempo va añadida desde el principio.
Sea como sea, la lista de las siguientes 10, 20 o 100 cosas por hacer, no debería angustiarte más que intentar resolver cada item anotado en ella.
5. Evita el desempeño "automático en modo ilimitado".
Lo mejor para organizar el tiempo tiene relación con estar concentrado y al mismo tiempo disfrutarlo.
Si el día se te va en automático, puedes llegar a perder motivación y ese componente es una de las energías que no puedes darte el lujo de perder.
Añadir todo tipo de cosas a tu lista es bueno, hasta el punto en que comienzas a notar que jamás termina.
Y sí, nunca termina hasta que le pones fin a algo, pero es importante que midas tu avance y termines un listado.
No te permitas ese tipo de fortaleza auto retadora con un listado ilimitado que jamás deja de crecer por que te mereces no solo, darte un descanso, sino concretar un antes, durante y un después.
Al finalizar una lista de tareas, podrías celebrar, hacer un alto, visitar a tus amigos, dedicarte a ti.
6. Ejecutar tareas sobre la marcha.
No hay asunto más genial que avanzar en paralelo o sobre la marcha, habiendo, previamente, identificado aquellas tareas complementarias, básicas, simples, sencillas, cortas, ágiles o que forman parte del "relleno" inevitable.
- Llevar cosas de un lugar a otro.
- Hacer llamadas de coordinación.
- Enviar mensajes básicos.
- Anotar cosas para revisar después.
- Ordenar objetos.
- Crear espacio físico o temporal.
- Delegar actividades con personas.
Pueden formar parte de este tipo de asuntos que si los dejas pasar, van a quitarte tiempo, concentración y energía.
¿Qué podemos hacer?
- Delegar la mayor cantidad de ellas.
- Hacerlas cuando no tienes presiones alrededor.
- Estar alertas si están incluidas dentro de otras actividades.
- Identificar si pueden ser reemplazadas.
- Analizar si las puedes eliminar según tu avance general.
6 actitudes para evitar que el tiempo nos agobie
Escrito por : Sergio González Marín
Director de Overflow Emprende. Consultor Integral e Investigador del Emprendimiento en el Perú. Enfocado en el diseño de estrategias de innovación, marketing y ventas. Asesor de Emprendedores. Escritor y Coach de emprendedores.
Fecha: 03/06/2019