Problemas personales lejos del trabajo: 7 habilidades

Problemas personales lejos del trabajo: 8 habilidades

Quizá como muchos experimentas situaciones que te gustaría manejar de forma más laxa, pero las responsabilidades laborales o tu día a día emprendedor “te condena” a seguir. Hoy exploraremos 7 habilidades clave que te ayudarán a mantener los problemas personales lejos del trabajo o de tu negocio, con empatía y enfoque práctico.

Y es que, cuando los problemas personales nos acompañan al trabajo, el estrés y la preocupación pueden afectar nuestra concentración y productividad.

Sin embargo, construir y reforzar ciertas habilidades puede ayudarnos a separar los ámbitos personal y laboral, permitiéndonos enfocarnos en nuestras responsabilidades diarias sin ignorar nuestras emociones ni los desafíos que enfrentamos.

También puedes leer: ¿Vives el fracaso que tú creas? 4 soluciones (una lectura cruda pero real).



Cómo alejar los problemas personales de tus espacios de trabajo o emprendimiento con 7 habilidades para lograrlo.

Recuerda que cada desafío es una oportunidad para crecer. Mantén la empatía contigo mismo para avanzar paso a paso hacia una vida más equilibrada.

Siempre vale la pena considerar construir habilidades nuevas a pesar de los sentimientos que pueden “apretarte” en el día a día, hazlo por ti en cada uno de los problemas personales que estén presentes en tu vida pero también por tu familia y las personas que te estiman, valoran y aman.

1. Reconoce y acepta tus emociones con responsabilidad emocional.

Aceptar que estás atravesando un momento difícil es el primer paso, muchos trabajadores o emprendedores no quieren aceptar que están en medio de algo que les constriñe. Negar tus emociones solo incrementa el estrés. Reconoce cómo te sientes y permítete un espacio para procesar esos sentimientos fuera del horario laboral.

“Constriñe” hace referencia a sentirse presionado, restringido o atrapado por algo, como problemas personales, estrés laboral o dificultades económicas. Sin embargo, muchas veces evitamos enfrentar esta realidad o no la aceptamos, tal vez por miedo, orgullo o falta de conciencia. Reconocerlo es el primer paso para poder abordarlo de manera efectiva.

2. Establece límites mentales claros y fortalécelos.

Practica ejercicios mentales para separar los problemas de casa y el trabajo.

Una técnica efectiva es visualizar que dejas tus preocupaciones en una “caja” antes de entrar al espacio laboral. Otra es imaginar un día genial donde tu protagonismo y valor personal resuelve todo como lo haría una Súper Heroína.

Sin duda y lo sabes, esto no resuelve el problema, pero te ayuda a empezar el día conectada con una energía diferente.

3. Priorizar el presente ayuda: enfócate en el estar aquí y ahora.

Lo que puedes controlar en este momento siempre será más valioso al momento de resolver los problemas personales con una mejor vitalidad.

Utiliza herramientas como listas de tareas o técnicas de mindfulness para mantener tu atención en las actividades laborales, reduciendo la sensación de caos.

Y algo muy importante que te conecta además con tus logros en el presente: El fracaso no es definitivo: vuelve sobre tus capacidades.



4. Escuchar las voces disonantes que recomiendan salidas que no te gustan puede ser útil.

Sí, muchas veces queremos que todos nos digan lo que queremos escuchar, y una pared entre nosotros y los demás, puede lograr el alejamiento definitivo aún a pesar de tratarse de la familia.

Cuando las personas a tu alrededor te ofrecen consejos o soluciones para tus problemas personales, que no resuenan contigo, no lo hacen por querer hacerte daño o por no saber apreciarte o inclusive por pretender restarte protagonismo, en lugar de rechazarlos de inmediato, escúchalos con mente abierta, eliminando las “etiquetas” que tengan cada quien en tu vida.

Esto puede ayudarte a ver nuevas perspectivas o incluso a reafirmar tus propias decisiones.

5. Fortalecer tu red de apoyo personal te ayuda a crecer.

Hablar con personas de confianza, ya sean amigos, familiares o colegas, puede aliviar la carga emocional que imponen los problemas personales.

Cuando decides compartir tus preocupaciones no solo reduces el estrés, sino que también te das la oportunidad de obtener ideas que te permiten abordar los problemas desde otro ángulo. Al mismo tiempo, considera evaluar siempre con quién sí y con quién no.

Es una buena idea buscar terapias grupales que puedan ayudarte a “sacar desde dentro” lo que te desmotiva de forma constante. Con cada sesión podrías al menos aprender a hablar mejor de ello sin afectarte demasiado o entendiendo el panorama que te causa dolor.

Y en el trabajo se notará sin duda.

6. Desarrollar rutinas que te anclen para bien te recupera mental y físicamente.

Crear hábitos diarios que te conecten con el presente, como hacer ejercicio, meditar o escribir un diario, puede ser una forma poderosa de reducir el impacto emocional en el trabajo. Estas actividades te ayudarán a canalizar tus emociones de manera saludable evitando que los problemas personales copen todo tu horario de vida incluyendo el laboral.

Proponer un tiempo para desarrollar rutinas de relajamiento en el trabajo puede ayudarte y también beneficiar a todo el equipo. Revisa: Pausa activa para energizarnos: 4 razones.



7. Vuelve siempre a la fortaleza de tus objetivos.

No pierdas de vista todo aquello que deseas lograr y no dejes que los problemas personales te resten motivación o creatividad al momento de encarar esos objetivos.

Recordar por qué trabajas y qué metas quieres alcanzar puede ser un gran motivador, revisar cómo has logrado darles a tus hijos un presente, que te haga pensar en su futuro, considerarte tú en la ecuación es importante y eso implica revisar tus objetivos siempre.

Tus objetivos a largo plazo pueden darte la energía necesaria para sobrellevar los momentos difíciles y enfocarte en tus responsabilidades.

8. Toma acción por cada problema personal de la mejor forma posible y sin presiones.

No ignores los problemas personales, pero dales su espacio, ni partas de que “la solución” es lo que debes en forma vehemente encontrar. Muchas veces, de lo que se trata es de “atravesar el proceso”.

  • Separar los problemas personales del trabajo no significa ignorarlos, es solo una estrategia clara para que no se conviertan en factores que te restan energía.
  • Si logras construir la fortaleza emocional necesaria para enfrentarlos con claridad y determinación, los verás cada día más pequeños.
  • Aunque estas habilidades te ayudarán a mantenerte enfocado, es importante buscar soluciones concretas para los problemas en casa, con la familia y con especialistas si así lo consideras.

Ya sea que trabajas en una empresa o emprendes con una, las necesidades frente a los problemas personales en tu caso serán distintas a las de otros casos, pero las estrategias que puedas contemplar pueden ayudarte a ti y a tu entorno a manejar mejor la vibración con la que encares cada problema para convertirlo en oportunidad. ¡Te deseamos todo lo mejor en ese camino!

Más contenidos recomendados en Overflow.pe