Uno de los caminos hacia el verdadero éxito, tiene relación directa con nuestro diálogo interno.
Muchas veces, lo sentimos, nos conectamos por dentro; pero no le hacemos caso, hasta que nos enfrentamos a los arrepentimientos.
¿Qué podría ocurrir si al hacer caso a tu intuición, escuchas un “mensaje positivo” y decides hacerle caso? ¿Qué ocurriría si la mayoría de tus arrepentimientos los pudieses evitar tomando mejores decisiones, escuchando tu diálogo interno?
Sin duda, uno no puede ver el futuro, regresar al presente, y actuar en consecuencia. Al menos, no en esta dimensión, planeta y sistema solar.
Y aunque los físicos teóricos, nos digan que sí, la mejor forma de andar bien en los negocios, es hacerle caso a nuestro diálogo interno.
Hazle caso a tu diálogo interno
La moral humana, parece ser biológica, de algún modo, experiencial y andar asociada a la memoria. Cada vez que algo que hicimos, o alguna decisión que tomamos, nos deja una huella de aprendizaje, nuestro cerebro registra aquello que podemos elegir como una decisión confiable.
En el caso contrario, nuestra biología entera registra una alerta, por si de nuevo, ingresamos en el mundo de los riesgos, el fracaso o la falta de información para la toma de decisiones.
Entonces, el diálogo interno, actúa como un llamado directo a esa memoria que tiene salvado aprendizajes que muchas veces no compartimos ni con nosotros mismos, y lo hace para interpretarlos y soltarlos cuando estamos a punto de necesitar un referente en nosotros mismos.
Estos 3 items nos ayudarán a esclarecer cómo aporta para cada uno de nosotros, forjar un diálogo interno:
- Diálogo interno y toma de decisiones
- Diálogo interno positivo o negativo
- ¿Cómo lograr un diálogo positivo contigo mismo?
1. Diálogo interno y toma de decisiones
Muchos dueños de negocios, gerentes o presidentes de directorio, desarrollan la costumbre habitual de escuchar su diálogo interno y para lograrlo, están atentos a sus sentimientos, a su intuición, y a identificar si se trata de un camino fluido o unos forzado.
La mente nos puede engañar, la manipulación está a la orden del día, la asociación de ideas y las emociones, pueden volvernos presa fácil de situaciones donde “parece” que todo va bien, pero no es así.
La actitud pesimista, por ejemplo, es una distracción para poder escuchar ese diálogo interno, tan importante. Pero cuando señalamos que existen riesgos o eventos riesgosos, no somos pesimistas, te preparamos para una realidad donde las conexiones, pueden llevarnos a tomar malas decisiones.
Algunas personas nos ayudan mucho, cuando nos dicen que primero cabe pensar y meditar, y luego “decidir en frío y no en caliente”. De eso se trata escuchar tu diálogo interno y hacerle caso.
2. Diálogo interno positivo o negativo
Es cierto, quizá estés pensando en un gran “depende”. Porque no todos los mensajes que vienen desde tus pensamientos son buenos y eso, para un emprendedor, es claramente identificable.
Aprendí sin embargo, que para obtener diálogos internos positivos, necesitaba cambiar mi visión del entorno donde busco el éxito, modificar la relación que tengo con mis finanzas personales, evaluar no sentirme el centro del universo y ser determinante, en lugar de manifestar miedo o dudas.
3. ¿Cómo lograr un diálogo positivo contigo mismo?
Dirás ahora que todo eso no es fácil. Y por supuesto que no lo es, porque el diálogo que viene desde dentro de nuestro corazón, conforme más logras por ti y para ti y los demás, más positivo es, pero en el fondo, sabemos que cuesta llegar allí, al espacio del éxito que genera diálogos emocionantes con nosotros mismos.
Entonces, imagino que prefieres escuchar de ti mismo, las mejores palabras y no sentencias de culpabilidad, frases de miedo, o la ira que todo lo califica mal. Y si te preguntas qué debes hacer, para cambiar desde lo oscuro hacia lo iluminado, la única respuesta es aceptar, perdonar y perdonarte.
Sin embargo, el diálogo positivo no significa que olvides todo aquello donde lo negativo o nocivo estuvo presente en tu vida, al contrario, necesitas desde allí, aprender a crecer, convirtiendo de algún modo las experiencias en los mejores aprendizajes guía, y entonces, “volver a caminar”.
Otra forma de lograr un mejor diálogo interno es: dibujando mándalas, escribiendo sobre tu propia vida, y buscando inspiración en la naturaleza.