La premisa “es mejor escuchar lo que se dice que escuchar lo que entendemos” nos lleva a reflexionar sobre la importancia de una comunicación efectiva en nuestras vidas.
Y es que allí donde la comunicación se ha vuelto cada vez más rápida y fragmentada, a menudo nos encontramos escuchando solo para responder en lugar de escuchar con empatía y comprensión verdadera, para entender, para ser empáticos, para lograr acuerdos “ganar-ganar”, etcétera.
Escuchar lo que se dice un aprendizaje fundamental
Hoy exploraremos por qué es fundamental aprender a escuchar lo que se dice, especialmente en el contexto de alcanzar la felicidad y mejorar nuestras relaciones interpersonales.
1. La importancia de la escucha activa
Escuchar lo que se dice nos lleva inmediatamente a reflexionar sobre la importancia de “la escucha activa” una habilidad blanda muy útil para la comunicación entre seres humanos y mucho más si a lo que te dedicas es a emprender.
Escuchar de forma activa o haciendo uso de la habilidad de concentración implica prestar atención completa a lo que la otra persona está diciendo, sin interrumpir ni formular respuestas automáticas en nuestra mente, mucho menos de forma verbal.
Al practicar la escucha activa, demostramos respeto hacia el hablante y cultivamos un ambiente de confianza y apertura y finalmente, entenderemos mejor lo que nos dicen, pudiendo ponernos en el lugar del otro con mayor eficiencia.
2. Evita malentendidos y conflictos
Cuando priorizamos escuchar lo que entendemos en lugar de escuchar lo que se dice, tarde o temprano aplicaremos nuestra visión de la realidad o problemas de percepción a la conversación. Aun así, tomando en cuenta que somos diferentes todos, “miraremos” al otro desde nuestra forma de pensar y surgirán los malos entendidos.
Escuchar lo que creemos entender añade el riesgo de malinterpretar el mensaje del otro y generar conflictos innecesarios.
3. Fomenta la empatía y la comprensión
Escuchar lo que se dice es una oportunidad perfecta para conectarnos emocionalmente y ser más empáticos con quien nos dirige palabras que son finalmente importantes.
Nos ayuda a comprender otras visiones y experiencias que se comunican a través del habla, en ese sentido, adquirir la práctica de la empatía forja mejores relaciones entre las personas de un equipo de trabajo, entre amigos y en la familia.
4. Fortalece las relaciones interpersonales
Cuando practicamos la escucha activa, es decir, escuchar lo que se dice, fortalecemos nuestros lazos con los demás y creamos un sentido de cercanía y confianza mutua.
Ponernos en el lugar del otro y responder de manera compasiva y comprensiva nos hace humanos, por tanto, las relaciones basadas en una comunicación auténtica y respetuosa tienden a ser más duraderas y satisfactorias, contribuyendo así a nuestra felicidad y bienestar general.
5. Supera la tendencia a juzgar
Al escuchar lo que se dice sin prejuicios ni juicios precipitados, aprendemos a controlar nuestras emociones desbordadas, buscando estar más abiertos a nuevas ideas y perspectivas.
Superar la tendencia a juzgar al otro o a nosotros mismos, parte de ese enfoque de comunicación y nos ayuda a evitar caer en la trampa de hacer uso de las percepciones, basándonos en nuestras propias suposiciones y experiencias limitadas.
6. Cultiva la gratitud y el aprecio por los demás
Al centrarnos en escuchar lo que se dice podemos identificar con mayor probabilidad todo aquello que el otro aporta a nosotros y en consecuencia ser más agradecidos.
Muchas veces, el aprecio y la gratitud son oportunidades que perdemos porque no escuchamos atentamente las contribuciones únicas producto del matiz individual de quienes nos regalan su tiempo y sus mensajes.
La voz del otro nos invita a encontrarle sentido a la gratitud, al respeto por la diversidad de opiniones y experiencias que enriquecen nuestro mundo.
7. Potencia nuestro aprendizaje oral
Escuchar lo que se dice desde múltiples ámbitos y espacios, por ejemplo, el personal, familiar, laboral, etc, nos ayuda a capturar de forma integral una gran cantidad de aprendizaje que puede aportarnos potencialmente al desarrollo de nuestro perfil personal.
8. Ayuda a desarrollar habilidades de liderazgo
Los líderes efectivos son aquellos que saben escuchar a su equipo y valorar sus ideas y preocupaciones, sobre todo porque lo que escuchan lo adquieren de forma directa, sin filtros ni transformaciones.
Desarrollamos habilidades de liderazgo cuando replicamos lo aprendido, generamos un diálogo coherente, verdadero y fructífero desde la escucha activa que desarrollamos con todos los integrantes de nuestro equipo.
Todo ello nos ayuda a guiar a los demás de manera más efectiva, promoviendo así un ambiente de trabajo positivo y productivo.
Escuchar lo que se dice, en lugar de simplemente escuchar lo que entendemos, es fundamental para nuestra felicidad y bienestar emocional. Al adoptar una actitud de escucha activa y respetuosa, cultivamos relaciones más sólidas y significativas, promovemos un mayor entendimiento y empatía, y contribuimos a un mundo donde cada voz es valorada y escuchada.