El emprendimiento está por todas partes

Te invito a que realices alguna de estas actividades:

• Mira por la ventana
• Sal a la calle
• Revisa los objetos a tu alrededor
• Interioriza en ti mismo
• Enumera a tus amigos
• Tan solo escucha qué ruidos detectas

Y podrás encontrar signos del trabajo de un emprendedor, es decir, emprendimientos por dónde vayas o mires.

Al mirar por la ventana, podrás algún elemento creado por un negocio, al ver el edificio de enfrente o a tu vecino, debes entender que alguien pensó y materializó ese lugar que ahora sirve de vivienda.

Gracias al esfuerzo de diversas empresas que participaron previamente, los materiales y componentes de su construcción fueron viables y aportaron.

Si sales a la calle, y das una vuelta a la manzana, lo más probable es que veas gente caminando a una hora en que otros están trabajando en una oficina, gente yendo hacia algún lugar: ¿podrían estar a punto de buscar un cliente y ser emprendedores?

También verás tiendas, bodegas, farmacias, kioskos de gente que es emprendedora y le pone punche todos los días a su negocio.

Si revisas los objetos a tu alrededor, encontrarás que todos sin excepción vienen de la intención de venta de una idea de negocio que alguien ideó y materializó, si examinas algunas de esas marcas conocerás la historia detrás de ellas.

En efecto. Todo el logro humano detrás de la superación frente a los problemas, ha tenido por dentro, un enfoque emprendedor y ha sido liderado, en su momento, por quien probablemente parecía un loco atrevido o un terco solitario, pero que investigaba, probaba, alentaba su propia idea y mira tú: ¡Lo logró!

Hoy, el mundo le debe mucho a emprendedores que muchas veces son invisibles.

Interioriza en ti mismo y piensa si, al margen de estar o no trabajando en el mundo del empleo, tienes sueños por concretar: eso también es emprender.

Enumera a tus amigos y entenderás que muchos están haciendo algún tipo de esfuerzo emprendedor.

Luego cierra los ojos en algún momento del día y con mucha probabilidad, quizá escuches el ruido de un auto que se inventó gracias a un emprendedor, de un avión que también tiene detrás el mismo tipo de origen y así sucesivamente.

Emprende quien tiene sueños y metas por alcanzar y por supuesto, hay muchos emprendedores que no lo logran y por ello, conocerás muchos emprendedores que por más que lo intentan sucesivamente, pierden dinero, tiempo, salud, vida, familias, y más.

Y la pregunta es: ¿Por qué? ¿Qué ocurrió? ¿Qué lleva a un emprendimiento al fracaso?

Probablemente de todo un poco:

• No confiar las ideas a un grupo de futuros socios.
• Quedarse en la etapa del sueño siempre.
• Tener miedo de dar el siguiente paso.
• Contactar a las personas equivocadas.
• Nutrir la falta de experiencia de terquedad.

Emprender es una actividad integrada a la realidad del ser humano y siendo el fracaso nada esquivo al emprendimiento, esta dualidad configura una enorme oportunidad para lograr maximizar y resolver ambos escenarios.

Para materializar un sueño emprendedor y aprovechar la oportunidad que el mundo nos puede ofrecer sigue estos consejos:

• Piensa en tu idea lo suficiente como para perfeccionarla y lo justo como para quemar la etapa de pensamiento.
• Da el salto hacia la materialización: la velocidad la pones tú.
• Conoce gente y aprende a identificar quiénes si y quiénes no merecen estar a tu alrededor.
• Practica el ejercicio del trabajo en equipo emprendedor formando equipos, quizá conozcas a tus futuros socios.
• Estudia mucho sobre todo lo que pueda ayudar a tu idea de negocio, en el camino lograrás destrezas que necesitas de todas formas.