Diferencias entre capacidad y competencia

Diferencias entre capacidad y competencia

La diferencia entre capacidad y competencia, sin duda puede ser resuelta de forma simple, pero luego de examinar cómo el saber y el hacer, interactúan con el mundo, podemos obtener de un mayor análisis y beneficios, que en muchos casos no son fáciles de ser apreciados a simple vista.

Como nosotros somos emprendedores, y buscamos siempre algo más, vamos a involucrarnos con aquello que los separa,  para aportar contra su incorrecta percepción y enfocándonos además, en la utilidad de ambos conceptos a favor de la construcción eficaz de los equipos de trabajo.

Entender la diferencia entre capacidad y competencia, permite optimizar las decisiones que fortalecen el liderazgo en nuestra organización.



Diferencias entre capacidad y competencia, claves para tomarlas en cuenta.

  1. La capacidad y competencia son conceptos complementarios.
  2. Como utilizar las diferencias para mejorar nuestra organización.
  3. Conviviendo con la capacidad y competencia.
  4. Retos entre la capacidad y la competencia.

1. La capacidad y competencia son conceptos complementarios.

Saber y Hacer son estados complementarios  que se unifican en un estado productivo, pero no por ello solo pueden evaluarse juntos.

Cuando hablamos de "saber algo" o de "tener la capacidad de hacerlo" (es decir referirnos al momento del partidor y no a la acción), enunciamos "potencial" y entonces, estamos hablando de capacidad.

Cuando hablamos de "hacer algo", estamos siguiéndole los pasos a términos como la "experiencia", que se logra cuando ese potencial se ejecuta constantemente y entonces, estamos hablando de competencia.

Si analizamos estos detalles interesantes, podremos entender cómo cada persona transcurre del saber al hacer.

La "capacidad" está ligada a la rapidez, facilidad o fluidez con la cual se adquiere, crea o modifica conocimientos y aprendizajes.

Vemos la capacidad en aquellas personas que aprenden conceptos gracias a una disposición natural o apoyados por sistemas de estudio u observación. Por ejemplo cuando las personas de tu equipo: aportan con ideas, rediseñan procesos, o desaprenden para adquirir nuevas formas de pensar. , que forma parte de las habilidades duras.

"Estar listo" es lo que identifica una capacidad, como si se tuviese una sólida probabilidad a favor de una cualidad o característica. También podemos referirnos a ella como "algo latente o potencial".

¿En el mundo físico se mide capacidad como el espacio por llenar cierto?

La parte interesante de la capacidad, es que casi siempre tendemos a no saber con exactitud hasta qué punto: el entorno, la necesidad, la exigencia, la crisis o la emoción y la motivación, dotarán a quien sea para ser capaz de algo hasta que ingresa al mundo de la competencia.

Por lo tanto, la "competencia" está relacionada al resultado que la "acción o destreza" permite alcanzar y se aprecia claramente, es decir, se puede medir, cuando es sometida a prueba o ejercicio.

Y la prueba de competencia, que nos indica qué tan competitivos somos, no sólo tiene que ver con aspectos físicos, sino prioritariamente mentales. La competencia, es una manifestación humana de la capacidad puesta en práctica pero llevada a los mejores niveles.

Lo curioso es que uno puede ser competente en algo, pero incompetente en otro espacio, por lo cual hablamos de niveles de competencia, del mismo modo que podemos hablar de niveles de capacidad.



Aprender a gestionar la diferencia entre capacidad y competencia ayuda al equipo a desarrollarse

2. Como utilizar las diferencias para mejorar nuestra organización

Cuando tomamos en cuenta las diferencias entre capacidad y competencias, como parte de las tareas de gestión junto a nuestro equipo de trabajo, podemos ser capaces de generar estrategias de desarrollo personal que aportan al crecimiento organizacional.

Ejemplos de estas estrategias centradas en las diferencias que estamos elementos para definir capacitaciones, entrenamientos y ascensos en la organización.

Como filtros pueden ser incorporados en la definición de los perfiles de cualquier proceso de selección, sin embargo, también deben ser anotados como los detonantes de un plan de trabajo enfocado en el desarrollo de la organización.

Muchos Gerentes los toman en cuenta pero luego de contratar, se olvidan de estas variables.

3. Conviviendo con la capacidad y competencia

Al gestionar las variables capacidad y competencia debemos :

  • Respetar los diferentes niveles en su medición pues ello incide en mejorar el desempeño de equipo.
  • Vincularlas con las necesidades operativas del negocio de modo que incrementemos la coherencia.
  • Inyectarlas de motivación para poder generar sinergias.
  • Tomar en cuenta que los riesgos de su mala evaluación, pueden crear un mal clima laboral.

Dada la complejidad en su definición y aplicación necesitamos de un sistema compuesto por:

  • Un método de análisis objetivo para cada variable.
  • Criterios de decisión sujetos a medición observable en el mediano y largo plazo.
  • Desarrollar una casuística interna que nos permita realizar seguimiento.
  • Enfocar el panorama complejo, de modo completo, lo mejor posible.
  • Ejecutar un permanente feedback al respecto.

4. Retos entre la capacidad y la competencia

Cuando asesoramos empresas, o acompañamos el proceso emprendedor de microempresarios, es muy útil, enseñarles de qué depende, cómo lo impulsamos por dentro y por fuera, y de qué forma podemos lograr que poner en práctica un conocimiento, sea algo cada vez, algo más útil para esa persona y para su entorno.

Como hemos podido reflexionar, más allá de la simple descripción de que el saber está ligado a la capacidad y el hacer a la competencia, el solo hecho de "saber" no garantiza la existencia de un estado de competencia presente en la misma persona o equipo.

En la realidad, es importante saberlo, aceptarlo y tomar decisiones estratégicas con este tipo de información.

Como emprendedores, nos ayudará muchísimo, percibir qué posición o rol podemos jugar en nuestros negocios y en muchos aspectos internos o externos como por ejemplo: buscar socios, elegir a quién ascender, definir premios de productividad, determinar en qué invertir, etc.

Las diferencias entre capacidad y competencia, nos ayudan a fortalecer el camino de desarrollo, desde una hacia la otra, y al mismo tiempo eliminar el ego, y mejorar los niveles de clima laboral y de desarrollo personal. ¡A tomarlo en cuenta como uno de los retos del emprendimiento!

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