Cultiva el atractivo interior de tu negocio, como uno de los pilares para cautivar el mercado meta al cual te diriges, de modo que, la imagen externa, no sea la única fortaleza en tu comunicación integral.
Del mismo modo que como personas, nos diferenciamos por nuestra forma de ser y actuar, más allá de nuestro físico, el “envoltorio” de tu emprendimiento, puede ser superado por muchos competidores, pero el “interior” cautivante de tu negocio, lo que realmente importa para crear las mejores experiencias, es más difícil de copiar o reemplazar.
Cómo sembrar el mayor atractivo interior de tu negocio
En esta frase de impacto, como ya es costumbre, vamos a reflexionar de forma integral sobre el atractivo interior de tu negocio, cómo desarrollarlo y qué tomar en cuenta para que ayude a tu desarrollo emprendedor.
Fluir naturalmente como consecuencia de un plan estratégico
Quizá hemos olvidado a causa de que la Innovación está de moda (y sinceramente es muy contundente aplicarla) que el Planeamiento estratégico, sobre todo en sus componentes de Misión y Visión, son a la empresa, como el nombre es a su identificación en el mercado.
Lo mismo ocurre con los productos, que sin denominación, definición, enfoque o visión de marca, componentes o satisfactores, serían ideas vacías.
La misión y visión, nos permite desarrollar ese atractivo interior de los negocios, tan importante en momentos de crisis, en la gestión diaria de los directivos y cuando los trabajadores necesitan tomar decisiones éticas.
Entonces, definidos estos elementos, medita sobre las consecuencias de modo que de forma integral y transversal, sean lógicos todos las definiciones y acciones a desarrollar en cada área y proyecto ejecutado.
Identifica a qué perfil de cliente deseas satisfacer
Muchos emprendedores definen que su negocio se enfoca a todos los clientes del mercado que potencialmente pueden comprarles.
Esa definición, no especializada del mercado, genera problemas ya que no es posible trabajar la ejecución central de un negocio, para todas las visiones y necesidades que existen, dadas las diversas realidades y formas de pensar.
El atractivo interior de tu negocio impactará más, en el perfil para el cual esta definición haga sentido, eco y derive directamente de sus preocupaciones, intereses y necesidades.
Actúa “como un solo puño” en tu negocio
Los clientes ven un mayor atractivo interior de tu negocio cuando todos los canales de atención, ventas, producción, logística, marketing y digital, “conversan” entre sí, y además de coherencia, ofrecen la misma práctica de enfoque hacia el cliente.
Por ejemplo, las organizaciones que no estandarizan sus procesos de atención, que no hacen esfuerzos por formalizar y optimizar sus procesos de producción o la comunicación post-venta con sus clientes (entre otros casos), muestran comportamientos irregulares, erráticos, diferencias que el cliente ve inclusive como un riesgo para su compra.
Piensa en los detalles como parte de tu atractivo empresarial
Cultiva el atractivo interior de tu negocio por supuesto significa también, enfocarse en los detalles.
Ejemplos de estos detalles son:
- El orden, limpieza y estilo funcional de tus oficinas receptivas y tiendas.
- Diseño a medida de la experiencia de marca ofrecida.
- Procesos sin sobrantes ni faltantes, enfocados en la satisfacción.
- Comunicación personalizada.
- Respuestas anticipadas efectivas.
- Cuidado de una imagen consecuente, real y responsable.
- Coincidencias con el cliente, en términos éticos y de responsabilidad social.
- Cero “sobre ventas” o “exageración” de beneficios.
Entre otros aspectos que sin duda, personalizados, configuran un buen nivel de atractivo o “imán” hacia tu emprendimiento.
Acompaña al mercado en el proceso de cambio
El cambio puede sacarte de carrera en los negocios como todo el planeta ha aprendido en los últimos años tras la crisis sanitaria. Y las fuentes de cambio, pueden aparecer de la noche a la mañana, creando la necesidad de adecuación.
Aún así te adecúes, te enfrentas al riesgo de que tras ello, tu impacto decaiga, otro lo haga más rápido y mejor, y te quedes “posicionado a la mitad”.
El cambio es un evento permanente a nivel social, en el comportamiento de las personas, en la forma como los mercados estructuran nuevas relaciones, en el impacto de la tecnología tras los avances, y en muchos escenarios.
Para que el atractivo interior de tu negocio gane valor, cuerpo y contundencia, necesitas monitorear el cambio de forma permanente, y ante las alertas, reaccionar de modo que tu negocio, emprendimiento u organización, también cambie.