Pagar las grandes deudas de nuestro negocio: 8 claves

Nuestro estado de operaciones estándar está formado por los gastos que impulsan las ventas, por los ingresos que se generan y por los costos que debemos sostener, de forma básica, mínima o imposible de postergar.

Sucede que, cuando el negocio acumula deudas que se vuelven impagables, pensamos inmediatamente en cómo obtener el dinero para asumirlas y es una excelente idea, sin embargo, ese solo pensamiento, nos aleja de gestionar la maquinaria que no debe parar. Lo importante, antes de empezar a generar recursos para pagar, es definir qué sí y qué todavía, dicho de otro modo: A qué parte de nuestro negocio vamos a encapsularlo y protegerlo y con qué parte vamos a emprender el proceso de pago, bajo todo riesgo.

Una forma de expresarlo con claridad podría ser a través de esta pregunta: ¿Cuál es el nivel de operaciones mínimo con el que nuestra empresa puede seguir viviendo y es capaz de manejarse durante esta etapa de crisis, sin que la estrategia de pago le afecte?

Toma en cuenta algo importante: Nuestro negocio vale, por su capacidad para generar recursos bajo nuestra conducción, no por el nivel de endeudamiento (bueno o malo) que tenga.

El análisis puede ir desde revisar aquellos roles del equipo que generan ingresos, gastos y costos variables, aquellos que suponen costos fijos, servicios para poder operar, instalaciones donde se opera, o posibilidades de contracción que no generen caída en las operaciones. El análisis de productividad es muy importante y debe ser realista.

Cuando somos emprendedores y el negocio acumula deudas, pensamos inmediatamente en cómo obtener el dinero para asumirlas y es una excelente idea, solo que primero debemos examinar la lista de actividades, procesos o determinados aspectos, propios de nuestro negocio, que generan ingresos.

Ser consciente del potencial actual del negocio, nos va a ayudar a las siguientes etapas de esta estrategia financiera, ya que, pagar las grandes deudas acumuladas, también pasa por desarrollar los ingresos que estarán enfocados a pagar.

Recordemos que, al momento, tendremos ingresos destinados a seguir operando con lo imprescindible o "intocable" y así seguir vivos en el mercado, y debemos identificar y clasificar fuentes de ingreso que dedicaremos al pago de deudas.

¿Qué identificar y cómo clasificarlas? Estos son los consejos:

1. Por su aporte al margen bruto de la empresa.
2. Por la utilidad por venta o por proyecto que generen.
3. Según el nivel de rotación de mercadería que denoten.
4. Dado el ticket promedio de compra.
5. Si está asociado a uno o más clientes que realizan un buen nivel de compras.
6. Según la circunstancia de la demanda.

Con esta mirada, de forma ágil, vamos a identificar dónde apuntalar energías, innovación y hasta breves o pequeños endeudamientos para impulsar. También sabremos qué actividad retorna mejores resultados. Todo ello, buscando maximizar el efectivo disponible para pagar la deuda.

Contracción y protección, es una acción complementaria para negocios de índole personal o jurídica, que necesitan ayuda legal para proteger sus operaciones básicas y seguir operando en el mercado.

De hecho, uno puede contraer sus operaciones, si es persona natural, mudándose a su domicilio, y declarando lo que muchas veces es real, mi patrimonio personal es el patrimonio de mi negocio, perderlo afecta mi estilo de vida y los recursos de los cuales dependo para vivir.

Las normas en la mayoría de los países protegen estos aspectos. Y lo que sigue, es tener la actitud de pago a pesar de que estemos en el peor de los problemas. En ese caso, recomendamos procesos de autoayuda o desarrollo personal que brindarán excelentes espacios de soporte.

Los negocios del tipo empresa o persona jurídica, tienen mayores exigencias. En ese caso, sin embargo, es posible generar nuevos espacios formales, nuevas empresas o razones sociales y alquilar la infraestructura de la empresa que tiene el estatus en rojo por así decirlo.

Mucho hará la diferencia en este aspecto, si el emprendedor sigue siendo ético en su gestión. Ya que las deudas grandes de nuestros negocios pueden ocasionarse de muchas formas, y no todos los orígenes tienen que ver con intenciones oscuras de un negocio o emprendedor hacia un proveedor o alguna Institución acreedora.

Cabe resaltar que este aporte, no está dirigido a este tipo de pensamiento estafador.

Contrae tu negocio, vende una parte para que siga operando con otra empresa, protege tu patrimonio generador de dinero y resuelve poco a poco esa deuda que no te beneficia acumular.

Las fuentes de ingreso no son asuntos "fijos" que no puedan modificarse, eliminarse, reemplazarse o perfeccionarse en el tiempo. De hecho, el modelo de negocio, bien aplicado desde la mirada de la innovación, ya ha pensado en este análisis vital.

Los ingresos tienen relación con el mercado, con los nichos que identificamos y con aquel satisfactor que podemos encontrar, producto de un hallazgo innovativo, de modo que, las fuentes de ingreso pueden existir actualmente en tu negocio, o estar esperando a ser creadas.

De todos los recursos posibles, el dinero en forma "líquida" o disponible, cuanta mucho si hablamos de pagar las grandes deudas de nuestro negocio, y hoy debemos pensar en él, con naturaleza digital, bancaria o en forma monetaria efectiva (dinero impreso).

Podemos por ejemplo:

• Monetizar contenidos de nuestro negocio.
• Digitalizar la oferta para transgredir nuestras fronteras.
• Buscar aliados que deseen complementar sus ingresos con nuestro aporte.
• Analizar que "subproductos" podemos vender, que provengan de nuestra cadena productiva.
• Especializar nuestros servicios, personalizándolos.
• Y finalmente, revisar qué hemos estado haciendo para generar ingresos y evaluar si podemos agregarle valor o mayor potencial.

Cuida - eso sí- clasificar qué ingresos estarán dedicados a pagar deudas, o cuáles de los nuevos ingresos pueden acelerar el proceso de pago.

Pagar las grandes deudas de nuestro negocio actual o pasado, necesita cabeza fría para poder centrarse en aspectos importantes como la negociación.

Para lograrlo es importante considerar que necesitamos identificar los puntos clave del escenario en el que nos encontramos:

• Qué potencial de pago tenemos y venimos desarrollando (ver los temas anteriores y evaluar siempre qué se está logrando).
• Qué límites tenemos para ejercer maniobras de negociación.
• A quién le debemos: muchas veces es bueno ordenar por algún criterio a los acreedores. Me gusta recomendar empezar por las deudas cortas y fáciles de pagar y sobre todo empezar por personas y al final empresas, y al final instituciones.  Claro que, es buenísimo también, anotar a lado de cada deuda si firmaste un acuerdo de incremento de intereses, con el objetivo de priorizar resolverlas antes que sean más caras.

Lo que no debemos hacer, es dejar de encarar el problema: Dialogar es la mejor opción, jamás estar lejos del acreedor.

Algunas estrategias que ayudan:

• Practica el pago paralelo no acotado: paga lo que puedas, avanza, sigue negociando por el resto.
• Gestiona proyectos de ventas dedicados a pagar las deudas más grandes.
• ¿Cabe capitalizar alguna deuda?
• ¿Es posible hacer canjes con productos o servicios?

Todo esto ayuda a demostrar tu interés por pagar y en lugar de recibir inflexibilidad en las condiciones, te ayuda a salir adelante.

Hasta aquí hemos llegado con variadas estrategias, conceptos de revisión, promoviendo reordenar lo que hacemos, sentimos y forjamos al interior de nuestros negocios cuando se trata de pagar las grandes deudas que adquirimos por diversos motivos.

Ahora voy a señar 3 acciones que son importantes para reforzar todo lo anterior.

• Control financiero. Jamás debemos retroceder y volver a cometer los errores del pasado o inclusive, nuevos errores que nos orienten al riesgo sin control y perjuicios para nuestro negocio.  Para no entrar en ese espacio de creación de deuda innecesaria es importante validar el camino, aprender, establecer pautas, políticas desde el aprendizaje y revisar de forma constante y coherente, el hecho de cumplirlas.
• Monitoreo. Las necesidades de endeudamiento están allí para satisfacerse. No se trata de negarse a ellas, cuando evaluemos que nos convienen y podemos manejarlas adecuadamente. Si mientras pagamos, necesitamos gestionarlas, revisemos el panorama completo.
• Acción financiera de soporte. Primero que nada, si tenemos un equipo dedicado al plano financiero, ya sea en el área administrativa o en la contable, necesitamos capacitarle. Luego, buscar rentabilizar los stocks de dinero que pudieran tener un ciclo corto, mediano o largo en su proceso de transformación en utilidad. Ser creativos, cuenta y mucho.

Hace muchos años, las deudas me inmovilizaban. Sentía que el mundo me aplastaba con este desface entre el estilo de vida, las exigencias familiares, lo que necesitaba pagar y asumir y todo aquello que mi negocio exigía día tras día.

Miraba el día a día como dinero por obtener para poder hacer frente a las necesidades. Hasta que queriendo ir a pagar el teléfono, recuerdo casi $100 dólares, un pensamiento se me atravesó: ¿Qué tal si compro algo con estos $100, los transformo en $120 y luego pago? ¿Qué plazo tengo? ¿Hay alguna multa adicional?

Ese día me fui a comprar polos, producto de la idea de un gran amigo, que sin querer me inspiró. Vendí al contado todo lo que pude, fui a pagar y me quedaron algunos soles de más, y varios polos sin vender. Cuando me detuve a analizarlo. Había encontrado el camino emocional que necesitaba.

No se trata de buscar el dinero, se trata de buscar las actividades que te emocionen al transformarte en alguien altamente productivo. En dos días, pagué una deuda que me tenía intensa la mente, y lo demás fue lo de menos.

Escrito por : Sergio González Marín

Director de Overflow Emprende. Consultor Integral e Investigador del Emprendimiento en el Perú. Enfocado en el diseño de estrategias de innovación, marketing y ventas. Asesor de Emprendedores. Escritor y Coach de emprendedores.

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