¿Te mereces aquello por lo que sabes cómo luchar?
Esta frase es muy interesante cuando la dejamos de lado como pregunta y la afirmamos con toda nuestra energía:
¡Te mereces aquello por lo que sabes cómo luchar!
¿Notas la diferencia?
Además es importante, porque tiene tres componentes que son clave para entender el impacto de una u otra visión, en la búsqueda del éxito.
- Merecer
- Saber
- Luchar
Y de hecho, necesitamos tener claro que, es imprescindible descartar de este enfoque a quienes pretenden asignar que es válido aplastar a los demás para ganar esta lucha.
Los componentes de: Te mereces todo aquello por lo que sabes luchar.
Cuando una frase de este tipo se revisa por dentro, te das cuenta de muchas dimensiones en el pensamiento de nuestro día a día, que pueden llegar a transformar nuestra vida, sólo si podemos ser capaces de reinterpretarlas.
Revisa un artículo sobre la lucha que como seres humanos podemos desarrollar si somos conscientes de lo que merecemos, un artículo sobre meritocracia personal que vale la pena leer como complemento a este.
Y al retomar el enfoque me dí cuenta que los 3 componentes que a continuación voy a explicar, realmente pueden ayudarnos en múltiples dimensiones.
Merecer
"Te mereces" implica un premio, un logro, llegar a la meta, a la cima, pero más allá de un momento, se refiere al tramo final de una serie de acciones, llenas de esfuerzo, que justifican ese momento.
Sin embargo, no hacer, bloquear, ser inactivo, preferir el letargo, perder el tiempo, perderse para no ser llamado, entre tantas cosas que también pueden "hacerse", también generan merecimientos.
A estos últimos los llamamos consecuencias negativas, sin embargo, el efecto acción y reacción está presente, con la densidad correspondiente, en cada visión.
¿Y quienes se esfuerzan y no obtienen lo que buscan?
Esta pregunta, entorno al merecimiento, siempre estado presente. Después de debatirlo inclusive, he llegado a la conclusión de que de algún modo, el merecimiento no llega, porque la acción no es la correcta.
Es decir, un componente del merecimiento, tiene que ver con le eficacia y eficiencia del quehacer.
Saber
La sabiduría es - desde mi punto de vista- accesible, tal cual, como la felicidad, es decir, por plena decisión.
No creo mucho en aquello de que los sabios alcanzan un estado tal que puede decirse que la sabiduría es una "llegada feliz a un paraíso de plenitud mental, espiritual y llena de soluciones".
Saber, significa entender, apreciar, concluir, descartar, probar, comprobar, aprender, desaprender y sinceramente, en un mundo como el actual, significa cada vez más cosas.
Sin embargo, el conocimiento necesario para "hacer" es tal, que lo real es que la sabiduría llega a tu vida con la misma vibración que las "inteligencias".
Entonces: puedes ser sabio y saber en algo y en otro aspecto de tu vida, o de lo que te impone esa vida, tener dificultades de entendimiento.
Sin embargo, experimentar el hecho de tomar buenas decisiones, tener pensamientos agradables, aprender a poner todo en la perspectiva correcta, sentirse "alrededor" y no "el centro de todo", ayuda para querer experimentar nuevamente ese sentir.
Saber algo, es el punto de partida para esforzarse por otra cosa más, en la cadena del aprendizaje inteligente y emocional.
Luchar
¿Qué es "luchar" en este contexto si no se le vincula con "emprender"?
Luchar, tiene relación con enfocarse, insistir, controlar las emociones, aprender de sí mismo, aplicar y corregir, ser capaz de recibir feedback, y con lo "aterrizado" seguir adelante hasta conseguir estar en el lugar donde se quiere estar.
Nadie lucha sin energías, sin visión o sin compromisos personales.
Nadie es capaz de luchar si no sabe "vender su propia lucha" a los demás.
Cada vez que escuches esta frase: "Te mereces aquello por lo que sabes luchar", recuerda todo lo que implica.
Y ahora que hemos analizado una dimensión individual te sugiero visitar este artículo también interesante: Los equipos se unen en torno a retos distintos.
¡Éxitos!
Sergio González Marín
Director Overflow Emprende