Reaccionar ante problemas graves en los negocios es una necesidad urgente cuando como emprendedores enfrentamos situaciones críticas que afectan nuestra economía y nuestra capacidad mental para seguir a cargo de la dirección del negocio.
Hablamos de asuntos complejos como la pérdida total de capacidad productiva, el robo de mercadería, el deterioro del 100% de nuestra infraestructura, una caída agresiva en las ventas, la inestabilidad económica nacional, o incluso la violencia urbana que pone en riesgo la operación diaria.
Ante problemas graves en los negocios: es mejor reaccionar fríamente.
Vamos a examinar qué capacidades podemos y debemos desarrollar ente la aparición de problemas graves en los negocios. Y si bien estos bloqueos tienen el potencial de paralizar por completo nuestra actividad empresarial, la parte más compleja que tienen sucede cuando las circunstancias nos empujan a tomar decisiones bajo presión.
Allí es cuando estos problemas graves en los negocios nos pueden inducir a un alto riesgo de error, acelerar o incrementar la problemática. Ante ello lo mejor será “entrenarnos” y “tomar acción” en “modo prevención”. Esta herramienta clave de hoy busca entonces, sugerirte 8 “acciones fuerza” necesarias para doblegar cada escenario y triunfar finalmente, mirando hacia delante.
1. Ser resiliente ante bloqueos económicos extremos.
Le dicen “exógeno” a todo aquello que no podemos controlar porque viene provocado por variables externas a nuestro negocio y muchas veces toma forma de problemas graves en los negocios. ¿Qué debemos hacer? Monitorear el escenario donde hacemos negocios, ya sea que lo consideremos local, regional, nacional, internacional o global.
Reaccionar ante problemas graves en los negocios implica reconocer que no todos los eventos están bajo nuestro control. Algunos ejemplos que podrías haber atravesado son:
- Pérdida de acceso a canales digitales.
- Cortes de energía eléctrica.
- Ciberataques o fraudes virtuales.
- Cancelación de contratos clave por parte de terceros sin mediar explicaciones.
Todos estos impactos crean problemas económicos si se extienden en el tiempo, como puede ocurrir, y nos obligan a responder con rapidez, inteligencia emocional y un enfoque estratégico para evitar que la situación se vuelva irreversible. Por ello es bueno ponerse en cada situación y prever.
2. Aceptar la magnitud real del problema.
Todos y cada uno de los problemas graves en los negocios que atravesaremos pueden evaluarse apenas se manifiestan (como hemos dicho, si se monitorean es mejor).
Ello exige reconocer la gravedad del bloqueo: ¿se trata de un daño operativo, financiero, de reputación o multidimensional?
Aceptar la dimensión completa de la crisis es el primer paso para iniciar un camino realista hacia la recuperación, especialmente cuando los impactos comprometen activos esenciales o redes clave del negocio.
3. Enfrentar el miedo con datos y escenarios.
Si un emprendedor no acepta el miedo como una energía dual, es probable que su efecto paralizante termine por vencerlo. Y sí, claro, somos humanos además de súper emprendedores.
Solo hace falta, frente a esta variable, que al reaccionar ante los problemas graves en los negocios nos movamos hacia el análisis de los datos producidos: ¿Cuánto se perdió? ¿Cuánto se puede recuperar? ¿Qué puede empeorar?
Desarrollar escenarios posibles ayuda a recuperar control y a planear estrategias viables desde el primer momento. Aquí te dejamos esta lectura muy interesante: 11 escenarios de solución empresarial.
4. Evaluar si realmente es momento de pausar operaciones.
Sin duda ante el deterioro total de la infraestructura o robo de inventario, puede ser más sensato frenar temporalmente las operaciones que seguir incrementando los costos y gastos e intentar sostener operaciones con pérdidas crecientes. Reaccionar ante problemas graves en los negocios también significa saber esperar el momento adecuado para reanudar con fuerza.
Revisa este importante aporte: Diferencias costos gastos y perdidas (xepelin.com).
5. Comunicar con transparencia la situación a todos nuestros aliados.
Imaginemos que somos afectados por una crisis por violencia urbana, caída en la visita de nuestros clientes habituales o pérdida de un espacio dedicado a la producción o a las ventas y seguimos adelante sin avisar a nuestros aliados, como, por ejemplo, distribuidores, inversionistas y medios de publicidad.
Lo ideal es que de algún modo debe saberse la verdad para evitar “contagiar” el problema y limitarlo a su mínima expresión, al menos dentro de nuestro control.
Reaccionar ante problemas graves en los negocios exige generar confianza con comunicación clara: cómo se afectó el negocio, qué se está haciendo y cómo pueden ayudar.

6. Rediseñar la propuesta de valor de nuestro negocio con aquello que aún se sostenga.
Si de pronto no cuentas con recursos para operar como antes, toca reinventarse. Lo mejor es retroceder de forma sana que avanzar a tumbos sin poder sostener cada paso. Reaccionar ante problemas graves en los negocios implica usar los recursos disponibles de manera creativa: ofrecer otros productos, apoyarte en servicios digitales o buscar alianzas con negocios vecinos de negocios. En algunos casos, podrías inclusive cambiar de perfil de cliente.
7. Gestionar el apoyo externo necesario: nunca debemos quedarnos solos.
Muchos emprendedores no acceden a ayuda porque no saben que existe y entonces, están alejados de programas de beneficios empresariales, apoyo del gremio de negocios, entre otros.
Los problemas graves en los negocios se vuelven más complejos cuando operamos en la perfecta individualidad alejados de aquellos espacios creados para apoyar a los emprendedores. Eso incluye explorar programas para créditos especiales, fondos de emergencia, redes de recuperación, incubadoras o cooperativas. Es clave salir del aislamiento.
8. Cuidar la salud emocional y mental de nuestro círculo directivo y de nuestro equipo.
Toda crisis empresarial es el resultado de múltiples dimensiones, no solo del factor económico, que por lo general es una consecuencia. Cuando hay amenazas como violencia, fraudes o presión financiera, la mente también sufre. Reaccionar ante problemas graves en los negocios requiere fuerza interna, rutinas de autocuidado y, cuando es posible, orientación profesional. No puedes salvar el negocio si tú te estás desmoronando.
Te recomendamos leer: ¡Deja que todo se rompa y se libre!
9. Saber trazar un plan de 30, 60 y 90 días.
Con todo el caos, un plan claro es vital. Reaccionar ante problemas graves en los negocios requiere trazar rutas progresivas de solución: corto plazo para frenar pérdidas, mediano para estabilizar, y largo para reconstruir. Así se evita el desgaste y se gana enfoque en cada paso.