Todos están llamados a ejercer el liderazgo inclusive junto a quienes conducen el destino de las organizaciones.
Esta idea puede sonarle a muchos un reto imposible de gestionar, sin embargo, disfrutar de ella crea organizaciones sin límites. ¿Le gustaría emprender en una de ellas? ¿Le agradaría trabajar en una de ellas? Estoy seguro que la respuesta es sí.
Una organización sin límites (siempre que la visión sea positiva por supuesto), genera muchos retos que conducen hacia el éxito. Pero recordemos que el efecto del liderazgo activo es lo que genera una organización de ese tipo y una vez alcanzado ese nivel, mucho es posible. Seguir al Líder positivo, está demostrado, es beneficioso para todos.
Entonces: ¿Cómo activar o despertar el liderazgo positivo en las organizaciones?
Las organizaciones tradicionales que dan el salto y cambian
El liderazgo en sí mismo, puede ser una solución que las personas que toman decisiones encuentran en el camino, como una forma para resolver su inminente cierre. Pero esto tiene dos condicionantes, previamente, debe haber existido un nivel determinado de éxito que haya permitido el crecimiento y la incorporación de personas en un equipo, la creación de áreas, la fijación de un cierto orden, digamos: tradicional sí, pero con cierto nivel de efectividad. En este tipo de situaciones, el liderazgo tiene un efecto sanador y aparece vinculado a la contratación de mentes jóvenes, frescas o simplemente frías (en contraposición a lo “calientes” que podemos encontrarnos tras el día a día en un entorno estresado). Sólo cuando las ventajas del liderazgo llegan a la Gerencia, la empresa tiene un reto por resolver y encuentra nuevos espacios para inocular éxito.
Las nuevas organizaciones cuando se enfocan en lo importante
No es novedad que las nuevas formas de hacer empresa sean súper veloces, y que su efectividad se concentre en prácticamente someter todo a la duda, a la prueba error, a la validación y a la confirmación con el cliente: el centro de la estrategia startup. Sin embargo, no todos están preparados, aun siendo jóvenes o de mente joven, para asumir, producir, aprender, desaprender y en consecuencia, innovar, en medio de esta velocidad. Muchos, formarán parte de las estadísticas de cierre o quiebra, por una sencilla razón: prueban demasiado, investigan demasiado y no conectan ni arrancan, o si lo hacen, no lo hacen en la misma dimensión de su plan de negocios. Otra vez, el componente de liderazgo es uno de los culpables en llenar ese vacío de valor, riesgo y empuje que todo negocio, mal que bien, necesita siempre.
Así, las organizaciones nuevas, no entran al mercado con ventajas comparativas, sino competitivas. Si en el plazo durante el cual, el mercado adquiere, conoce, mejora e implementa esas ventajas competitivas, estandarizando, esos negocios nuevos no se alinean hacia un liderazgo a todo nivel, el resultado les ubicará en el mismo escenario que los negocios viejos.
¡Éxitos!
Sergio González Marín
Director – OVERFLOW
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