¿Por qué debemos crecer?
Muchos emprendedores saben que crecer implica por encima de todo: salir de un estado de confort. Además, pensar diferente. Y por supuesto, evaluar los “pro” y los “contra”. ¡Un segundo! ¿Tiene aspectos negativos el crecimiento? Aunque no sea una frase lógica, para algunas personas, crecer sí tiene aspectos negativos, usualmente relacionados con el desconocimiento y la necesidad de implementar procesos nuevos, contratar más personas en el staff o delegar más y por supuesto comenzar a hacer las cosas mucho mejor que antes.
Quienes mentalmente no estén preparados para crecer, verán en el crecimiento un sin fin de problemas. Quienes adopten los principios de la mentalidad millonario y se nutran de conceptos de abundancia, encontrarán la forma de lograrlo, sobre todo, reforzando su propio desarrollo personal, liderazgo y eliminando los bloqueos mentales.
Momentos de fracaso que condenan la idea de apostar por el crecimiento
- Cuando fracasan las ventas en alguno de los ciclos
- Tras validar que el esfuerzo necesario agota y el emprendedor se da por vencido
- Al requerir mayor información y capacidad y no saber de dónde obtenerla
- Cuando no tienen el apoyo de sus colaboradores, una consecuencia de ausencia de liderazgo y trabajo en equipo
- En los momentos de búsqueda de excusas tras malos resultados (echarle la culpa a los clientes, a la economía, competidores y en general al mercado)
- Asustados por los resultados de los reportes “en rojo” que aún siendo mediciones del pasado se toman como condicionantes del presente.
¿Realmente estamos bien?
Hemos podido asesorar a muchas empresas pequeñas y medianas en diversos momentos de su quehacer emprendedor. Las que más aprenden sobre el crecimiento, logran realmente enfocarse en un proceso de desarrollo donde el capital se manifiesta en infraestructura, soporte, logística y herramientas conducentes a mejorar el flujo de ingresos futuros.
No es lo mismo enfocarse en reaccionar a la demanda y reducir precios, o lograr 1 de cada 10 cotizaciones como una venta, que lograr que las ventas se manifiesten dada la valoración de la demanda sobre la calidad, al margen del precio.
¿Estaremos bien teniendo pocos clientes rentables de buena facturación que en cualquier momento pudieran ser abordados por otros competidores y seducidos en contra de nuestros intereses? ¿Estaremos bien sin hacer nada respecto de la creación de nuevos servicios y búsqueda de otros perfiles de clientes cuando las ventas en el sector habitual caen?
El crecimiento no se explica sentados en una silla administrativa esperando el reporte semanal de resultados: es totalmente al revés. La silla debe estar vacía y nosotros en el mercado buscando vinculaciones, nuevas relaciones y mejores formas de satisfacer necesidades. Vender es la consecuencia.
Las motivaciones reales por crecer
Cuando se entiende el proceso, hemos sido testigos de una transformación interesante. Lo que nos faculta a poder contarles que crecer sí tiene motivaciones, entre ellas:
- Mejora el Estado de la organización a nivel de RRHH: Hay más felicidad.
- Puedes pagar más y entonces contratar a los mejores o exigir el mejor resultado y desempeño.
- Notarás que en tu organización quedarán los que ven el proceso como algo que les desarrolle (suena fuerte, lo se, pero es la realidad).
- Los socios y demás integrantes de la dirección de la empresa también crecen.
- Puedes ser mejor escuchado al interior y al exterior de tu organización.
- A las personas que “logran ver el crecimiento de una empresa”, les encanta la empresa.
- Los clientes preferirán comprar tus productos y servicios con mayor interés.
- Puedes mejorar todo tipo de potencialidades y mejoras (en procesos, ideas pendientes, proyectos que se quedaron a mitad, etc)
- Los Socios de tu organización pueden (a nivel financiero) lograr un mayor nivel de pertenencia respecto del negocio y una mayor rentabilidad sobre su capital (esta es la medida que permite evaluar a nivel de resultados cuantitativos que en efecto, estás creciendo).
Los cambios que se crean al enfocarse en el crecimiento
Iremos directo al punto
- El perfil de la organización orientada hacia el cliente es algo que nace con el crecimiento pues no puede ser de otro modo (a menos que hablemos de mercados monopólicos, oligopólicos y asuntos extraños de índole mixto, o inclusive asociaciones dudosas con proyectos de gran inversión). Pero salvando distancias y para enfocarnos en cualquier emprendedor interesado en el mercado de forma positiva, diremos que es una ley de la naturaleza empresarial que, sin una visión clara del y para el cliente, ninguna empresa puede crecer
- Pensemos en los grandes de cualquier rubro, siempre pegados a la diferenciación, al desarrollo de los productos, a la tecnología en producción, al cambio de orientación de mercado y su perfeccionamiento en la búsqueda del perfil del cliente ideal. Todo eso cambia permanentemente.
- Hablemos de expansión. Desde otro distrito en tu propia ciudad, hasta oficinas en otra ciudad, región. Pasando por la refundación en otros países, franquicias. El reto es mayúsculo cuando hay crecimiento.
- Centrémonos por un momento en la estructura societaria. La asociación con otros inversionistas ocurre de forma explosiva pues tu negocio, cuando crece, se vuelve una perla para el escaparate de quienes buscan dónde invertir.
- Otras actividades se incorporan en tu estructura organizacional relacionadas con la investigación de mercados, la cobertura masiva del mercado, la reinversión de utilidades, la inversión en publicidad, la ejecución de esquemas de comercialización tradicional o multinivel, todo eso ocurre.
Espero que este artículo haya sido de gran utilidad y mucho más si estás enfocado hoy en buscar crecer. Nuestro servicio de consultoría se encuentra disponible para todos, utilicen el formulario de contacto para llegar hasta nosotros. ¡Todos los éxitos!
Sergio González Marín
Director Overflow