¿La Ley de Murphy se aplica a los negocios? Vamos a descubrirlo juntos en este aporte de Alerta Emprendedora en Overflow.pe
Practicar y disfrutar del estilo de vida de un emprendedor, supone enfrentarse a situaciones complejas y sobre todo a esos momentos donde los planes que teníamos previstos (o quizá no), a pesar de las mejores intenciones: falla.
De fondo hablamos de la famosa “Ley de Murphy” que propone algo que realmente suena desalentador: “Si algo puede salir mal, saldrá mal”, y te preguntamos ahora: ¿has vivido este tipo de situaciones? ¿Llegaste a “predecir” aquella “mala onda” o “mala vibra” que llegaría de todos modos?
Bueno, si lo experimentaste en tu vida personal, familiar o amical, te contamos que en los negocios por supuesto, no está lejos de manifestarse pocas veces. Hoy vamos a explorar la ley de Murphy y revisar cómo podemos utilizarla para anticiparnos a los desafíos que supone seguirla.
La Ley de Murphy: ¿exceso de fatalismo o predeterminación innegable?
Cuando mencionamos este precepto, hacemos un alto y pensamos en serio en lo que nos depara una máxima de este tipo: que frente a la posibilidad de que algo salga mal, simplemente así será, saldrá mal.
Este halo de pesimismo es ya un asunto bastante cultural, social, aceptado, coloquial y en muchas ocasiones, define las decisiones mayoritarias en los grupos. Se ha vuelto tan intrínseca, que hasta es posible que, tras enunciarla, todos trabajen hacia el fatalismo que encierra para tornarla en realidad. 😉
Para analizar este asunto complejo, necesitamos tener en mente que el ser humano es capaz de definir su presente y su futuro con tan solo pensar o inclinarse en una u otra línea de pensamiento, de modo que si es posible mejor dicho que: si pensamos que algo saldrá mal, así será.
La importancia de la preparación
Frente a lo dicho, entonces la Ley de Murphy es un espacio de creencia y ejecución por parte de personas que se dejan vencer por el aspecto negativo de los escenarios en los que nos podemos encontrar inmersos.
No es casualidad que muchos cuando nos enfrentamos a esta ley pensamos en el poder de la anticipación, de la preparación y de la búsqueda responsable y consciente de aquellos factores de riesgo que agregan error a los procesos, sobre todo en los negocios.
Dicho de otro modo: las empresas exitosas no solo planifican para el éxito, sino que también consideran posibles obstáculos y contratiempos, aspectos esenciales para asegurarse de que cualquier eventualidad no paralice las operaciones en general.
Tomar las mejores decisiones: adaptabilidad y flexibilidad ante los riesgos
Es un hecho que nos influenciamos por la Ley de Murphy al tomar decisiones en el mundo empresarial. Y no solo causa el hecho de detenerse, paralizarse o dejar de pensar con claridad, lo ideal es que nos ayude a evaluar de manera más cuidadosa y realista los riesgos asociados con nuestras decisiones.
Lo ideal es tomar decisiones con un mayor grado de información, de modo que gestionemos adecuadamente, estrategias de mitigación de riesgos más efectivas. En tal sentido la adaptabilidad y la flexibilidad son complementos de una visión integral que responde con vehemencia a la Ley de Murphy.
Las capacidades de adaptación y flexibilidad se utilizan en los negocios para enfrentar los desafíos inesperados que se puede presentar y calificar como deterministas al no contar con este tipo de herramientas o visiones de gestión en la toma de decisiones.
Si las empresas pueden ajustarse rápidamente a las circunstancias cambiantes tienen una ventaja competitiva. Ser flexible y ágil en la toma de decisiones puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso en un mundo empresarial impredecible.
El rebote hacia la innovación
La Ley de Murphy también puede impulsar la innovación. Cuando las cosas van mal, las empresas a menudo se ven obligadas a buscar soluciones creativas y a desarrollar nuevas estrategias. Esto puede conducir hacia avances y mejoras en productos y servicios, lo que a su vez puede fortalecer la posición de una empresa en el mercado.
Como realidad, lo que supone la Ley de Murphy no puede ignorarse. Un equipo, un ambiente de trabajo, un líder, los clientes, proveedores, todos, podemos vernos influenciados ante la presunción de fracaso. Sin embargo, necesitamos volver al concepto de “error como la materia prima del éxito” y los procesos de innovación, tienen allí un rol específico por cumplir: convertir hallazgos en detonantes que nos relacionen mejor con los mercados.
Todo lo que hemos incorporado alrededor de la Ley de Murphy hoy, nos sirve para construir nuestra propia herramienta para enfrentarla con una postura clara hacia el éxito, pero sin autoengaños, sin la ausencia de compromisos y con la emocionalidad siempre positiva y elevada ante los riesgos.
Recuerda que, si bien es importante tener en cuenta la Ley de Murphy, no debemos permitir que nos paralice. En lugar de preocuparnos constantemente por lo que podría salir mal, debemos centrarnos en cómo podemos superar los obstáculos y seguir avanzando hacia el éxito empresarial.