Superar las críticas implica fortaleza mental

Superar las críticas implica fortaleza mental

Superar las críticas implica fortaleza mental porque es una forma clave de desarrollarnos como seres humanos.

Sin embargo, en algún momento de nuestras vidas nos damos cuenta que no podemos superar las críticas, de hecho tampoco distinguimos si vienen o no de personas que nos estiman, sea en el trabajo, en los negocios o en la vida familiar y personal, con los amigos, los colegas, o con la pareja, la crítica es crítica y punto, no debería existir.



Superar las críticas implica fortaleza mental

Si superar las críticas implica fortaleza mental, lo contrario, es decir: detestarlas, otorgarles más valor del que tienen, no darse cuenta de su potencial como ejes de tránsito para el desarrollo personal, obsesionarse con el hecho de haberlas recibido, o simplemente negarse a escucharlas, solo demuestra un serio tipo de incapacidad.

¿Por qué no queremos superar las críticas?

Ser selectivo o selectiva frente a lo que el mundo te dice, es una forma de querer vivir dentro de una burbuja, alejarse de la realidad y mostrar falta de madurez. Además de preocupante, es crítico para cualquier labor emprendedora.

De hecho, también es la base para ser incapaz de apreciar la realidad tal y como es: cruda, fría y capaz de enseñarnos, lo que necesitamos cambiar, sin pedir permiso alguno.

Lo más probable, dentro de las teorías que se manejan, es que la acción verbal o gestual que una crítica puede comunicarnos, nos haga regresar a un episodio nada grato, de cuando la primera vez, nos causó una especie de trauma psicológico no resuelto.

Si la mayoría de personas pasa por alto el asunto, y sigue con su vida, necesitamos analizar por qué nosotros nos detenemos a “carcomernos el alma” cuando recibimos una crítica, sobre todo si, siendo una crítica moderada o leve, nos causa el mismo “problema”.



¿Qué hacer para recibirlas mejor?

Aprender a recibir de mejor ánimo una crítica de cualquier “calibre” es imprescindible para sentirse feliz con uno mismo y con los demás, a pesar de las diferencias de opinión, nos ayuda a no perdernos oportunidades en el diálogo ligero o profundo, a entender mejor o realmente, aprovechar lo que nos dicen las personas valiosas en nuestra vida, acerca de nuestra forma de ser, pensar o actuar.

El primer consejo es utilizar el filtro “¿Y qué tal si yo soy el problema?” que en realidad sirve muchísimo para “bajar el ego” y no dejar que este influya negativamente en nuestra interacción con la realidad y con otras personas.

El segundo consejo, es el de ser honesto y coherente, por completo, ya que no podemos ser más permisibles, frente a los demás, cuando criticamos, y no aceptar de regreso el mismo tipo de mensaje.

El tercer consejo, es simple: darnos cuenta que las palabras, son solo eso: letras a las que nosotros les otorgamos el significado y podemos dejar que nos hieran o no. Restarles poder y dejar de hacerle caso a quienes les dan el título de “dardos”, “bombas”, o quienes señalan que “hieren más que los golpes” por que realmente, no es así, es la meta.

Cualquier tipo de dolor relacionado a las palabras, nos lo infringimos nosotros mismos, así de simple.

Centrarnos en nosotros mismos: nuestra única competencia

Superar las críticas implica fortaleza mental, una que se concentra en el autoestima, un estado emocional con base en la auto reflexión sobre nosotros mismos, que pone por encima de todo mensaje recibido, la certeza de nuestro autoconocimiento y autosatisfacción positivos a plenitud.

Si al escuchar críticas, nos enfocamos en la crítica, en el intento de evitarla, limitarla, negarla, atraparla en su emisión o “eliminar” el proceso de comunicación e inclusive, huir de la fuente, lo único que estamos demostrando es que nos importa más la crítica que aquello que podemos ser capaces de mejorar o aquello que realmente no somos.

La mejor conclusión a la que podemos llegar es que las críticas solo existen para poder superarlas y superarnos.

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