Lo necesito para ayer - Overflow.pe

Lo necesito para ayer: 6 aprendizajes clave

¿Qué frase para más intensa puede llegar a ser "Lo necesito para ayer" cierto?

Hace años la use por primera vez cuando dejé un trabajo de ventas de seguros de vida en una renombrada empresa con fondos internacionales y mucho dinamismo comercial, para pasarme a una en proceso de mejora.

Perdí credibilidad, confianza con el equipo, relaciones de amistad y por sobre todo forcé la productividad incrementándola desde el miedo y no desde la competitividad.

Hoy, hace años que dejé de usarla y más bien rechazo todo tipo de presión malsana, cuando surge de las peores condiciones de comunicación.

Antes de continuar te recomiendo leer: El factor "Comunicación eficaz" en el éxito emprendedor.



Un mundo laboral frío para una frase sin sentimiento

En aquella época le decíamos "Re ingeniería de Procesos" a todo ese quehacer aplastante que lo modificaba, simplificaba y rediseñaba todo a su paso, desde el organigrama hasta el último aspecto del Manual de funciones del último trabajador.

Lo que contaba era la velocidad, antes que la reflexión, el impulso que busca que todo esté dibujado como en el modelo, tal cual "calco" y no la escucha activa de una propuesta atemporal que podría centrarse en la negociación a favor de todos.

Además, había que ahorrar al máximo.

Era lógico -pero indefendible- que una frase así, calara perfecto y sea vanagloriada por mis jefes, como uno de mis logros más intensos de aquella época: hace casi 30 años atrás.

¿Qué aprendí al usar la frase "Lo necesito para ayer"?

Antes de señalar los 5 aprendizajes de utilizar "Lo necesito para ayer" como virtualmente el centro de mi gestión, he de decir que esto ocurrió cuando tenía entre 19 y 21 años. Lamentablemente, aún veo diálogos digitales sobre esta frase, tras 25 años después en promedio.

Mis aprendizajes fueron:

  1. No existe liderazgo viable, que someta a sus seguidores a una presión innecesaria.
  2. Es muy fácil perder el respeto cuando se juega con el sarcasmo y la imposición.
  3. No le hace nada bien al clima laboral, no darse cuenta de cuando sacas lo peor de cada persona.
  4. Tu imagen personal no es buena si la construyes sin escuchar.
  5. Toda productividad basada en el miedo, tarde o temprano se quiebra.
  6. ¿Eres capaz de atender a tu cliente si es él quien te lo piede?

1. No existe liderazgo viable, que someta a sus seguidores a una presión innecesaria.

El liderazgo más sano es aquel donde el líder desaparece y su efecto es observable en el quehacer del equipo, donde por supuesto la energía y la motivación fluyen hacia el logro comunitario.

Muchas veces la frase "lo necesito para ayer" es lanzada al equipo y de forma individual sin medir las consecuencias.

Quizá a muchos les parezca un juego, pero llegas a crear tal nivel de anticuerpos que muchas veces también ocurrirán "sabotajes" desde donde menos lo imaginas.

De nada sirve una presión innecesaria, centrada en el ego o el poco entendimiento de lo que es ser competitivo.

Muy diferente a escenarios donde todo el equipo opta por autopresionarse y un líder los representa para hacerlo de la mejor forma posible.

 

2. Es muy fácil perder el respeto cuando se juega con el sarcasmo y la imposición.

Cuando uno le pide a su gente cosas en medio de la confusión, las personas no saben si estás bromeando, si no tienes idea del proceso a seguir, si el sarcasmo es tu forma de lidear con la presión que se te impone desde arriba -donde también utilizan esta frase-, o si simplemente, tus dotes profesionales se fueron al tacho.

Decirle a un trabajador "lo necesito para ayer" es como si hoy, simplemente no existiese por que por alguna razón, tu ves como positivo, que su tiempo esté condenado a ser dirigido por tus designios.

Como consecuencia, pierdes la capacidad de infundir respeto en los demás, y es peor si tus niveles de impertinencia suben como la espuma, porque un día te quedas solo y punto.

En otro orden de cosas: ¿Te imaginas qué se podría decir de tu capacidad de organización, delegación y cumplimiento de tareas si solo utilizas "lo necesito para ayer" dado que andas en atrasos con todo tipo de cosas?

3. No le hace nada bien al clima laboral, no darse cuenta de cuando sacas lo peor de cada persona.

Decíamos en el punto anterior que los sabotajes tarde o temprano llegan cuando utilizas esa filosofía compleja que va dentro, cada vez que dices: lo necesito para ayer

Pero además de asuntos organizados contra ti o la empresa, que de hecho ya se puede señalar como una consecuencia negativa, los efectos en el clima laboral surgen de otras incidencias.

Por ejemplo, cuando el equipo está de acuerdo con responder como un solo puño, pero alguien no y se pasa al "bando del jefe" que aplica este estilo de gestión, convirtiéndose en una de las primeras formas como el clima laboral, que tanto costó desarrollar, comienza a quebrarse.

Otros ejemplos son:

  • Cuando dentro del equipo se dividen a los que aguantan y a los que no, como si aguantar es un tema de héroes y no hacerlo, de incapaces.
  • También sucede que quizá todo el equipo teme dar la primera opinión en contra, y de pronto un valiente es expulsado de la empresa, lo que desata el temor por caer en lo mismo y ese temor, no sabes como destruye.
  • O cuando en silencio, sin que te des cuenta que está por llegar, todos empezaron a preocuparse de buscar otro trabajo y de pronto, el día en que te quedas solo, llega.

 

4. Tu imagen personal no es buena si la construyes sin escuchar.

Yo no lo sabia, pero cuando entendí que mi enorme ego, dominaba el deseo de enviar todos las tareas al bendito tiempo del "lo necesito para ayer", fue demasiado tarde, aunque quizá bueno, recibir de mi equipo una gran queja comunitaria, que me hizo cambiar a la fuerza.

Y esa es la mejor situación entorno a lo que puede construir la imagen que te ganas por no saber escuchar.

Se de otros jefes que utilizan esta frasecita de forma dirigida a quien desean propinar una "experiencia nada agradeble".

Lamentablemente, muchos no entienden que presionar personas para sacarlas de sus casillas o de su puesto de trabajo, no te hace profesional, si no todo lo contrario, te vuelve cómplice de un delito laboral.



5. Toda productividad basada en el miedo, tarde o temprano se quiebra.

Uno se engaña demasiado cuando utiliza esta frase y al mismo tiempo añade gestos, decibelios fuera de lo aceptable o miradas sin lugar a receptividad.

Peor aún, si como consecuencia de no recibir lo que buscas en ese estado de autoengaño, es decir, elevados niveles de premura, encuentras mediocridad consecuente, falta de tiempo real para concretar la tarea, o simplemente, buena voluntad.

Un equipo que te siga por que te teme, no podrá ir más allá, dado que, en medio del temor se alimentan muchas malas prácticas, como por ejemplo la injusticia, que tanto daño hace a las organizaciones.

"Lo necesito para ayer", no quisiero si quiera imaginarme qué habría hecho yo, con las obligaciones que repartía a diario bajo esa premisa, a solas, sin gente de apoyo.

6. ¿Eres capaz de responder bien si es tu cliente quien te lo pide?

Estoy más que seguro que muchos jefes acostumbrados a utilizar "Lo necesito para ayer" con sus equipos, cuando les toca estar del otro lado, pero con los clientes, empiezan a entender de lo que va este asunto.

Insisto, que parece jocoso pero no lo es, mucho menos para un cliente, que al llegar hasta nuestro negocio, "disfruta" de todos los efectos anteriormente citados, y por ende, busca hablar contigo para resolverlo.

Seas un mando medio, un coordinador, supervidor o el Jefe plenipotenciario, apuesto a que si el cliente te pide lo que tu pides todos los días, no podrás resistirlo.

Existe la posibilidad que lo logres, si estás empezando con este asunto, pero ¿Y que tal si tu equipo ya está quebrado, harto, descontento, buscando irse y no quiere saber nada de ti?

Por ello y por lo anterior es que no debemos desarrollar la filosofía del "lo necesito para ayer" en nuestras organizaciones.

Amazon tiene una respuesta divertida para "lo necesito para ayer"

(Utiliza el traductor automático en tu idioma)